El primer día de aventuras
Era el primer día de clases en el colegio, y los niños del segundo grado estaban llenos de emociones encontradas.
Algunos estaban alegres porque iban a reencontrarse con sus viejos amigos, mientras que otros se sentían tristes por dejar atrás las vacaciones de verano. En la puerta del salón, los pequeños se agruparon ansiosos por ver quiénes serían sus compañeros este año. Juanito estaba muy emocionado por volver a ver a su mejor amigo, Martín.
Desde que comenzó el receso escolar, no habían tenido la oportunidad de jugar juntos. Al entrar al salón, Juanito buscó con la mirada a Martín entre los rostros conocidos.
Sin embargo, no lo encontró y comenzó a sentir un poco de miedo. ¿Y si Martín ya no quería ser su amigo? ¿Y si había hecho nuevos amigos durante las vacaciones? La maestra apareció sonriente y saludó a todos los alumnos.
Les pidió que tomaran asiento y les presentó a dos nuevos compañeros: Sofía y Lucas. Los niños saludaron tímidamente mientras tomaban lugar en sus sillas. Juanito decidió acercarse a Sofía para hacerla sentir bienvenida.
Le preguntó sobre su verano y descubrió que ella también estaba nerviosa por empezar en un nuevo colegio. "No te preocupes", le dijo Juanito amablemente. "Aquí todos somos amigos". Sofía sonrió aliviada y pronto entablaron una conversación animada sobre sus juegos favoritos.
Mientras tanto, Lucas se sentía un poco perdido entre tantas caras desconocidas. Él venía de otro colegio y no conocía a nadie. Se sentía triste y con miedo de no encajar. Juanito, que siempre había sido muy amigable, notó su expresión preocupada y se acercó a él.
"¡Hola! Soy Juanito", dijo extendiendo la mano hacia Lucas. "¿Quieres ser mi amigo?"Lucas sonrió tímidamente y estrechó la mano de Juanito. A partir de ese momento, los dos se volvieron inseparables.
A medida que pasaban los días, el salón se llenaba de risas y juegos. Los niños descubrieron que tenían mucho en común: les gustaba jugar al fútbol, leer cuentos e inventar historias fantásticas juntos. Martín finalmente llegó al colegio una semana después del inicio de clases.
Al ver a Juanito rodeado de nuevos amigos, sintió un poco de tristeza pero decidió acercarse igualmente. "¡Hola chicos!", saludó Martín con una gran sonrisa. "¿Puedo unirme a ustedes?"Todos asintieron emocionados y le dieron la bienvenida.
Pronto, Martín se dio cuenta de que aunque había estado ausente por algún tiempo, seguía siendo parte importante del grupo. El año escolar avanzaba rápidamente y el segundo grado fue uno lleno de aprendizajes significativos y nuevas amistades.
Los niños comprendieron que las emociones encontradas del primer día habían sido solo parte del proceso natural de adaptación.
Al finalizar el año escolar, los pequeños miraron atrás con alegría recordando cómo habían superado sus miedos iniciales para convertirse en un equipo fuerte y unido. Y así, la historia de Juanito, Martín, Sofía y Lucas nos enseña que el primer día de clases puede ser emocionante pero también aterrador.
Sin embargo, con amabilidad y generosidad, se pueden superar los miedos y abrir las puertas a nuevas amistades que durarán toda la vida.
FIN.