El primer día de clases de Alejandro

Alejandro se levantó emocionado y nervioso por su primer día de clases. Con su mochila lista y sus zapatos nuevos, caminó hacia la escuela. Al llegar, se sorprendió al ver a tantos niños juntos, algunos llorando, otros riendo.

-¿Hola, cómo te llamas? , le preguntó un niño con una sonrisa. -Soy Alejandro, ¿tú? -Soy Martín, ¿quieres jugar conmigo? Alejandro asintió feliz. Juntos exploraron el aula y conocieron a la maestra, quien les dio la bienvenida.

Durante el día, Alejandro descubrió que había muchísimas cosas nuevas por aprender, desde sumar hasta jugar en el recreo. Aunque al principio le costó un poco, con la ayuda de sus nuevos amigos y la paciencia de su maestra, se fue adaptando y aprendiendo.

Al final del día, Alejandro se dio cuenta de que la escuela era un lugar mágico donde cada día podría descubrir algo nuevo. Con una sonrisa en el rostro, se despidió de Martín y su maestra, ansioso por regresar al día siguiente.