Era el primer día de clases en 3ro A de primaria en el colegio Luis Muñoz Rivera.
Los niños estaban emocionados y un poco nerviosos por conocer a su nueva maestra, la Señorita Laura.
El aula estaba decorada con colores brillantes y dibujos de animales.
Los niños se sentaron en sus pupitres, ansiosos por comenzar el día.
- Buen día, chicos - saludo la Señorita Laura con una sonrisa.
- Buenos días, Señorita Laura - respondieron los niños.
La maestra comenzó a contarles sobre las reglas de la clase y la importancia de ser amables y respetuosos.
Luego les propuso un juego para conocerce mejor: cada niño debía decir una palabra que comenzara con la misma letra de su nombre.
La emoción de conocerse y de descubrir nuevas palabras llenó el aula de risas y alegría.
De repente, la Señorita Laura les entregó una hoja en blanco y les pidió que dibujaran lo que más les gustaba hacer.
Los niños se sumergieron en sus dibujos, mostrando sus habilidades artísticas y sus pasiones.
Al finalizar, compartieron sus dibujos con la clase, explicando por qué habían elegido esas actividades.
La Señorita Laura elogió la creatividad de cada uno y les recordó lo importante que era expresarse y ser auténticos.
El día transcurrió entre juegos, lecturas y risas.
Al despedirse, la Señorita Laura les dijo: - Hoy fue un gran día, chicos.
Recuerden que son especiales y que juntos vamos a aprender muchas cosas maravillosas.
Los niños se despidieron con una gran sonrisa, emocionados por el resto del año escolar.
El primer día de clases había sido todo un éxito.