El primer día de Elías Salvatore en la Escuela de la Selva



Había una vez en un bosque encantado, un pequeño y valiente tortuga llamado Elías Salvatore.

Era su primer día de clases en la Escuela de la Selva y estaba emocionado por conocer a nuevos amigos y aprender muchas cosas nuevas. Elías se levantó temprano esa mañana, se puso su mochila con sus útiles escolares y emprendió el camino hacia el colegio.

Pero no todo sería fácil para él, ya que en su trayecto tendría que enfrentar varios desafíos con diez personajes peculiares que vivían en el bosque. El primero en aparecer fue Roco, el mapache travieso que le bloqueó el paso con ramas y hojas secas.

Elías, con paciencia y astucia, logró convencer a Roco de dejarlo seguir su camino. Más adelante, se encontró con Lola la ardilla hiperactiva, quien saltaba de árbol en árbol sin parar. "-¡Cuidado Elias! ¡No te vayas a caer!", gritaba Lola mientras Elías pasaba debajo de ella sin problemas.

De repente, una fuerte lluvia comenzó a caer del cielo. El viento soplaba con fuerza y los truenos retumbaban en el bosque.

Pero entonces apareció Mateo el pájaro cantor, quien compartió su paraguas con Elías y juntos llegaron a resguardarse bajo un árbol. Después de superar estos desafíos inesperados, Elías finalmente llegó al colegio sano y salvo. Al entrar al aula, todos los animales lo recibieron con alegría y curiosidad.

La profesora Luna la lechuza lo presentó ante sus compañeros y pronto se hizo amigo de Lucas el conejo estudioso, Martina la zorra creativa y Benjamín el oso cariñoso.

Durante ese día tan especial, Elías aprendió muchas cosas interesantes: sumar ramitas para construir un nido como las aves, correr carreras como los guepardos e incluso pintar cuadros coloridos inspirados en la naturaleza como lo hacía Martina. Al finalizar la jornada escolar, todos los animales se reunieron en el patio para jugar juntos.

"-¡Gracias por ayudarme durante mi viaje hacia aquí! ¡Son unos verdaderos amigos!", dijo Elías emocionado mientras abrazaba a cada uno de ellos.

Así terminó este primer día de clases lleno de aventuras para Elías Salvatore, quien comprendió la importancia de la amistad, la solidaridad y la valentía para superar cualquier obstáculo que se presente en su camino.

Y así continuaron viviendo felices en armonía dentro del mágico bosque encantado donde cada día era una nueva oportunidad para aprender algo nuevo y crecer juntos como verdaderos amigos.

FIN.

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