El primer día de escuela de Martín




Martín estaba muy emocionado por comenzar la escuela. Desde temprano, se levantó con una gran sonrisa en su rostro y se preparó para su primer día de clases. Su mamá le preparó un delicioso desayuno y lo llevó hasta la puerta de la escuela, donde Martín se despidió con un beso y un abrazo. Al entrar al salón, Martín vio a muchos niños que no conocía, pero eso no le quitó la alegría. La maestra, la señorita Josefina, los recibió con una sonrisa y les dijo que iban a tener un día lleno de diversión y aprendizaje.

Durante la jornada, Martín conoció a muchos compañeros nuevos. Durante el recreo, jugó a la rayuela con algunos de ellos y se divirtió muchísimo. Después de clases, se animó a preguntarle a una compañera si quería ser su amiga, y para su sorpresa, ella aceptó con una gran sonrisa. Martín se fue a casa feliz, contándole a su mamá todas las cosas divertidas que había hecho, desde jugar en el patio hasta trabajar en su primer proyecto. Estaba ansioso por volver al día siguiente y continuar descubriendo todo lo que la escuela tenía para ofrecerle.

Así, cada día en la escuela se convirtió en una aventura para Martín. Aprendió cosas nuevas, hizo amigos y se divirtió mucho, siempre con una sonrisa en su rostro. Descubrió que la escuela no solo era un lugar para aprender, sino también un espacio para sentirse querido, descubrir sus habilidades y crear recuerdos inolvidables con sus compañeros.

FIN.

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