El Primer Día de Escuela de Tomi
Era un hermoso día de primavera cuando Tomi, un niño de cinco años, se despertó muy emocionado. Hoy era su primer día de escuela. Se despertó con el canto de los pájaros y la luz del sol que entraba por la ventana.
"Mami, ¡hoy empiezo la escuela!" - gritó Tomi mientras saltaba de la cama.
"Sí, mi amor, ¡estoy tan orgullosa de vos!" - le respondió su mamá sonriendo.
Después de un delicioso desayuno de tostadas con mermelada, Tomi se vistió con una remera azul que tanto le gustaba y se puso su mochila con dinosaurios.
"¡Estoy listo!" - dijo con alegría.
Cuando Tomi llegó a la escuela, vio a muchos niños jugando en el patio. Algunos reían, otros lloraban, y otros simplemente se quedaban mirándolos. Tomi sintió un pequeño nudo en la panza y pensó que quizás no iba a ser tan fácil hacer nuevos amigos.
Se acercó a un grupo de niños que estaban jugando con una pelota.
"Hola, ¿puedo jugar con ustedes?" - preguntó Tomi tímidamente.
"¡Claro! Soy Lucas, este es Mateo y ella es Sofía" - respondió uno de los niños.
"Yo soy Tomi. ¡Qué divertido juega!" - dijo mirando la pelota, que parecía volar de un lado a otro.
Y así comenzaron a jugar juntos, riendo y corriendo por el patio. Pero justo cuando empezaron a hacerse amigos, la maestra, la señorita Clara, llamó a todos para entrar al aula.
"¡Vamos, chicos! Es hora de conocer nuestro salón de clases" - dijo la señorita Clara con una gran sonrisa.
Al entrar al aula, Tomi se sorprendió al ver que había carteles de colores, libros grandes y un rincón donde había juguetes. Pero lo que más le llamó la atención fue un gran mapa del mundo colgado en la pared.
"¡Qué lindo!" - exclamó Tomi.
La señorita Clara se acercó a él y le dijo:
"Sí, Tomi, el mundo es un lugar increíble. Aquí aprenderemos sobre muchos lugares, culturas y amistades."
Tomi se sintió más seguro, pero de repente, alguien tocó su hombro desde atrás. Era una niña con trenzas rubias.
"Hola, soy Valentina, ¿te gustaría ser mi amigo?" - preguntó.
Tomi sonrió.
"Sí, claro. ¡Yo tengo una mochila con dinosaurios!" - le mostró su mochila emocionado.
La clase comenzó. La señorita Clara les explicó que iban a hacer varios juegos para comenzar a conocerse. Se dividieron en grupos, y Tomi y Valentina quedaron juntos. Tenían que hacer una presentación sobre su mejor amigo.
"Yo voy a hablar de mi perro, se llama Pipo" - dijo Valentina entusiasmada.
"Yo voy a hablar de mi dinosaurio favorito, el T-Rex, porque es muy fuerte y divertido" - respondió Tomi.
Al terminar la actividad, la señorita Clara les pidió que cantaran una canción juntos y todos se unieron con alegría.
"¡Viva la escuela!" - gritaron los niños al finalizar la canción.
Pero entonces, Tomi notó que Lucas, el nene con el que había jugado en el patio, estaba mirando triste por la ventana.
"¿Qué te pasa, Lucas?" - le preguntó Tomi.
"No me gusta esta canción. Me gustaría cantar una de dinosaurios" - dijo Lucas, con un suspiro.
Tomi, recordó que él sabía una canción sobre dinosaurios. Así que se acercó al grupo y levantó la mano.
"¡Señorita Clara! Yo sé una canción de dinosaurios, ¿puedo cantarla?" - pidió con un brillo en los ojos.
La maestra, al ver la alegría de Tomi, asintió.
"¡Por supuesto, Tomi!" - respondió.
Tomi, un poco nervioso, comenzó a cantar sobre su amigo el dinosaurio T-Rex, y todos comenzaron a seguirlo.
"¡T-Rex! ¡T-Rex! ¡Es el rey!" - gritaban los niños.
Lucas se unió a cantor, sonriendo por primera vez. Al terminar la canción, todos aplaudieron con entusiasmo, y Lucas se acercó a Tomi.
"¡Sos el mejor! Gracias por hacerme sentir mejor" - le dijo.
Tomi sonrió orgulloso de haber ayudado a su nuevo amigo.
"¡Vamos a ser amigos de dinosaurios!" - exclamó.
Al final del día, cuando la sirena sonó, los niños no querían irse.
"¡Nos vemos mañana para más aventuras!" - gritaron todos juntos.
Tomi llegó a casa cansado pero feliz. Su mamá le preguntó cómo había ido su primer día.
"¡Fue increíble! Hice nuevos amigos y aprendí sobre dinosaurios. ¡Quiero volver mañana!" - contestó Tomi con una gran sonrisa.
Y así terminó el primer día de escuela de Tomi, un día lleno de risas, nuevos amigos y la promesa de más aventuras por venir.
FIN.