El primer día de Juan



Juan estaba muy emocionado por empezar su primer día de clases en la escuela primaria "El Horizonte". Se levantó temprano, se vistió con su uniforme impecable y desayunó con energía para enfrentar el día que tenía por delante.

Al llegar a la escuela, Juan se encontró con muchos chicos y chicas que también estaban nerviosos y emocionados como él. La directora los recibió en el patio y los condujo a sus respectivas aulas.

Juan fue asignado al salón de la maestra Marta, una docente joven y amable que lo recibió con una sonrisa. "¡Hola Juan! ¡Bienvenido a tu primer día de clases! Estoy segura de que te va a encantar estar aquí", dijo la maestra Marta.

Juan asintió con timidez, mirando a su alrededor y sintiéndose un poco abrumado por todo lo nuevo que veía. Pero la maestra Marta supo cómo hacerlo sentir cómodo rápidamente.

Le mostró su pupitre, le presentó a sus compañeros de banco y le explicó cómo sería el día. Durante las primeras horas de clase, Juan participó activamente en las actividades propuestas por la maestra Marta.

Descubrió que le gustaba leer cuentos en voz alta frente a sus compañeros, resolver problemas matemáticos y dibujar en su cuaderno. Se dio cuenta de que aprender podía ser divertido si lo hacía junto a sus amigos.

Al llegar el recreo, Juan se acercó tímidamente al grupo de chicos que jugaban fútbol en el patio. Uno de ellos le pasó la pelota y lo invitó a unirse al juego. Al principio dudó un poco, pero finalmente aceptó y se divirtió mucho corriendo detrás del balón y haciendo goles.

Después del recreo, la maestra Marta anunció una actividad especial: cada alumno tendría que contar frente a todos un sueño o una meta que quisiera alcanzar durante el año escolar.

Juan sintió un nudo en la garganta, no estaba acostumbrado a hablar en público. Sin embargo, recordando las palabras de ánimo de su mamá esa mañana antes de salir hacia la escuela, decidió animarse. "Yo quiero aprender muchas cosas nuevas este año", dijo Juan frente a sus compañeros.

"Quiero ser tan bueno como Messi jugando al fútbol". Todos aplaudieron emocionados ante la valentía de Juan al compartir su sueño. La maestra Marta lo felicitó por su valentía y le aseguró que juntos trabajarían para ayudarlo a alcanzar ese objetivo.

Los días fueron pasando y Juan se adaptaba cada vez mejor a su nueva rutina escolar. Aprendió cosas nuevas todos los días, hizo nuevos amigos e incluso logró marcar algunos goles importantes durante los partidos de fútbol del recreo.

Al finalizar el año escolar, durante la entrega de diplomas, la maestra Marta llamó especialmente a Juan al escenario para entregarle un premio sorpresa: una pelota autografiada por Lionel Messi.

Juan no podía creerlo; sus ojos brillaban de emoción mientras sostenía entre sus manos aquel regalo tan especial.

Se dio cuenta entonces de todo lo que había logrado gracias al esfuerzo constante, la valentía para enfrentar nuevos desafíos y el apoyo incondicional tanto de su familia como de sus amigos y docentes. Y así terminaba esta historia inspiradora sobre cómo un niño llamado Juan vivió su primer día en la escuela primaria "El Horizonte" con alegría e ilusión por todo lo aprendido junto a quienes lo rodeaban.

FIN.

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