El primer día de Santi en la escuela
Santi era un niño proveniente de la sierra del Perú que, tras mudarse a la capital, se encontraba muy nervioso por su primer día de clases en la escuela nueva.
Se sentía asustado al pensar en conocer a sus nuevos compañeros y enfrentarse a un lugar desconocido. La campana sonó y Santi se encaminó a su aula. Al entrar, vio a los demás niños conversando y riendo, lo que lo hizo sentir aún más nervioso.
La maestra, al percatarse de su estado, se acercó a él. "Hola, ¿cómo te llamas?", le preguntó con una sonrisa cálida. Santi, tímidamente, respondió: "Soy Santi".
La maestra, notando su nerviosismo, le indicó un lugar vacío junto a un grupo de niños y le pidió que se sentara. Durante la clase, Santi se esforzó por prestar atención y participar. Al final del día, la maestra propuso a todos los niños realizar una actividad en parejas. Santi, temeroso, observaba a los niños formar duplas.
De repente, una niña llamada Ana se acercó a él con una sonrisa amable. "¿Quieres ser mi compañero, Santi?", le preguntó. Santi, sorprendido, asintió tímidamente. Juntos, completaron la actividad y se dieron cuenta de que tenían mucho en común.
Ese día, Santi descubrió que, a pesar de sus miedos, podía encontrar amistad y apoyo en su nueva escuela.
FIN.