El Príncipe Azul de Silvana


Había una vez una niña llamada Silvana. Ella era muy inteligente, divertida y amable con todos los que conocía. Pero a pesar de tener muchos amigos, siempre se sentía un poco sola.

Quería encontrar a su príncipe azul, alguien que la hiciera sentir especial y amada. Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, vio a un niño nuevo sentado en un banco mirando hacia el cielo. Él parecía triste y solitario.

Silvana decidió acercarse y preguntarle si quería jugar con ellos. "Hola ¿Cómo te llamas?"- dijo Silvana sonriendo. El niño levantó la vista y respondió: "Me llamo Tomás".

Silvana le ofreció jugar al fútbol con ellos y pronto se divirtieron juntos como si se conocieran desde siempre. Desde ese día, cada vez que iban al parque jugaban juntos. Con el tiempo, Silvana comenzó a sentir algo especial por Tomás.

No sabía exactamente qué era pero lo hacía sentir feliz cuando estaba cerca de él. Un día después de jugar juntos durante horas, Tomás le preguntó: "Silvana ¿Quieres ser mi novia?"Silvana se sorprendió pero sintió una emoción indescriptible dentro de ella. "¡Sí! ¡Claro que sí!"-respondió emocionada.

A partir de ese momento comenzaron una relación hermosa llena de risas y aventuras juntos. Pero no todo fue fácil ya que hubo momentos difíciles también.

Una tarde mientras caminaban por el parque, Tomás tropezó con una piedra y cayó lastimándose el brazo. Silvana se asustó mucho y no sabía qué hacer. Pero recordó que su padre era médico y decidió llamarlo para pedirle ayuda. Su papá llegó rápidamente al parque y atendió a Tomás.

"Gracias Silvana, eres una gran amiga"- dijo Tomás sonriendo. "No soy solo tu amiga, también soy tu novia"- respondió Silvana con una sonrisa dulce en su rostro. Con el tiempo, la relación de Silvana y Tomás se fortaleció aún más.

Juntos aprendieron a resolver problemas, apoyarse mutuamente en momentos difíciles y disfrutar de los buenos momentos juntos. Un día mientras caminaban por el parque tomados de la mano, Silvana vio un cartel que anunciaba un concurso de dibujo.

Ella siempre había sido muy buena dibujando así que decidió participar. El tema del concurso era "El amor". Silvana se inspiró en su relación con Tomás y creó un hermoso dibujo que representaba lo feliz que estaba a su lado.

Cuando llegó el día del concurso, Silvana estaba nerviosa pero emocionada. Cuando anunciaron al ganador ella no podía creerlo ¡Había ganado! La niña saltaba de alegría mientras abrazaba a Tomás quien también estaba muy contento por ella.

Desde ese día, Silvana supo que había encontrado a su príncipe azul en Tomás. No importaba si él no tenía un caballo blanco o si ella no era una princesa perfecta como las de los cuentos de hadas.

Lo importante era que juntos habían encontrado algo especial: el amor verdadero. Y así, Silvana y Tomás siguieron disfrutando de la vida juntos, aprendiendo y creciendo como pareja.

Porque el amor no es perfecto pero cuando lo encontramos nos hace sentir que todo es posible.

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