El Príncipe de los Estornudos Felices



Había una vez en un lejano planeta llamado Alegría, un pequeño príncipe con un poder muy especial. Este príncipe no era como los demás, ya que al estornudar podía cambiar las emociones de las personas que lo rodeaban.

El pequeño príncipe vivía en un hermoso castillo junto a su familia real. Siempre había sido curioso y amable con todos los habitantes del planeta, pero su poder era algo que aún no comprendía del todo.

Un día, mientras paseaba por los jardines del castillo, el pequeño príncipe vio a una niña triste sentada en un banco. Sin pensarlo dos veces, decidió estornudar cerca de ella.

Al instante, la niña dejó de llorar y comenzó a reír sin parar. - ¡Jajaja! ¡Qué cosquillas me hiciste con tu estornudo! -exclamó la niña entre risas. El pequeño príncipe se dio cuenta entonces de que su poder podía traer alegría a las personas tristes.

A partir de ese momento, decidió usarlo para hacer felices a todos los habitantes de Alegría. Una tarde, el príncipe se encontró con un anciano enojado que regañaba a unos niños por jugar cerca de su casa.

El pequeño príncipe se acercó y estornudó frente al anciano. Al instante, el rostro del anciano cambió y una sonrisa se dibujó en sus labios. - ¡Pero qué sorpresa me diste! Hace mucho tiempo que no reía así -dijo el anciano emocionado.

El pequeño príncipe comprendió entonces que su poder también podía transformar la ira en alegría y la tristeza en felicidad. Desde ese día, recorrió todo el planeta Alegría llevando risas y sonrisas a cada rincón.

Sin embargo, un día llegaron noticias desde el planeta Tristeza sobre una terrible tormenta emocional que amenazaba con invadir Alegría. El pequeño príncipe sabía que debía actuar rápido para proteger a su gente.

Decidió viajar solo hasta Tristeza para enfrentarse a la tormenta emocional y detenerla antes de que fuera demasiado tarde. Con valentía y determinación, logró llegar al centro de la tormenta y estornudar con todas sus fuerzas. Al instante, la tormenta comenzó a disiparse y los colores grises dieron paso a tonos brillantes y vibrantes.

El pequeño príncipe había logrado cambiar las emociones incluso de aquellos seres tan oscuros como la misma Tristeza.

De regreso en Alegría, fue recibido como un héroe por haber salvado al planeta de caer en manos de la tristeza eterna. Desde entonces, el pequeño príncipe siguió usando su poder para llevar alegría y felicidad a todos los rincones del universo.

Y colorín colorado este cuento ha terminado, pero recuerda siempre: nunca subestimes el poder de una sonrisa para cambiar el mundo.

FIN.

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