El Príncipe Feliz y la Princesa del Bosque

Había una vez en un reino encantado, un príncipe llamado Mateo, que siempre andaba con una sonrisa en el rostro. Un día, mientras paseaba por el bosque, escuchó un suave canto que lo llevó hasta una hermosa princesa llamada Luna.

Luna era la guardiana del bosque, y su risa era tan dulce como el canto de los pájaros.

Desde ese momento, Mateo y Luna se hicieron amigos y disfrutaban de largas caminatas por el bosque, descubriendo la magia que lo envolvía. Un día, el bosque se vio amenazado por la llegada de un malvado hechicero que quería destruirlo. Mateo y Luna, con valentía y astucia, unieron fuerzas para vencer al hechicero y salvar el bosque.

Gracias a su amor por la naturaleza y su amistad inquebrantable, lograron proteger el hogar de las criaturas mágicas que habitaban en él. Desde entonces, el bosque floreció aún más, llenándose de vida y alegría.

La princesa Luna y el príncipe Mateo se convirtieron en los guardianes eternos del bosque, protegiéndolo y cuidándolo para siempre.