El príncipe y el dragón valientes
Había una vez en un reino lejano, una hermosa hada llamada Luna. Luna vivía en un bosque encantado rodeado de flores de colores y animales amigables.
Sin embargo, había algo que entristecía a la hada: estaba encerrada en una jaula mágica por un malvado hechicero. Cerca del bosque, habitaba un temible dragón llamado Fuego Rojo. Este dragón era conocido por escupir fuego y aterrorizar a los aldeanos del reino.
Pero detrás de su apariencia feroz, Fuego Rojo también tenía un corazón noble y anhelaba encontrar la verdadera amistad. Un día, mientras el príncipe Diego paseaba por el bosque, escuchó el llanto desesperado de Luna.
Siguiendo el sonido, encontró a la hada atrapada en su jaula mágica y decidió ayudarla sin dudarlo. "¡Tranquila, valiente hadita! ¡Te sacaré de aquí!"- exclamó el príncipe Diego con determinación. El príncipe intentó romper la jaula con su espada, pero resultó ser infranqueable para cualquier arma común.
Entonces recordó las historias que le contaban sobre los poderes mágicos del dragón Fuego Rojo y decidió buscarlo para pedir ayuda. Después de una larga caminata hasta la cueva del dragón, Diego se encontró cara a cara con Fuego Rojo.
El valiente príncipe explicó su problema al asustado reptil y le rogó que lo ayudara a liberar a Luna. Fuego Rojo, conmovido por la determinación del príncipe y deseando cambiar su reputación de villano, aceptó ayudarlo.
Juntos regresaron al bosque encantado y el dragón utilizó su fuego para derretir las barras de la jaula mágica. Luna salió volando de la jaula hacia los brazos del príncipe Diego, llenándolo de gratitud.
Agradecida por su valentía y amabilidad, decidió usar sus poderes mágicos para transformar al temible Fuego Rojo en un dragón bondadoso y protector. El reino celebró con alegría la desaparición del malvado hechicero y la nueva amistad entre Luna, el príncipe Diego y el ahora amigable Dragón Dorado.
Los tres se convirtieron en inseparables compañeros que protegían el reino de cualquier peligro.
La historia de Luna, Diego y Fuego Rojo se convirtió en una leyenda que inspiraba a todos los niños del reino a ser valientes, compasivos y siempre buscar lo bueno en los demás. Y así, vivieron felices para siempre en un mundo lleno de magia y amistad. Fin.
FIN.