El profesor Mateo y la estudiante brillante


Había una vez una niña llamada Sofía que estaba en primer grado y le costaba mucho entender las matemáticas. No entendía cómo sumar o restar, y se sentía muy frustrada.

Un día, mientras caminaba a la escuela, vio un cartel que decía "¡Conviértete en un experto en matemáticas!". Sofía se sintió emocionada y decidió asistir a la clase después de la escuela. Cuando llegó allí, conoció al profesor Mateo.

Él era muy amable y paciente con ella. Le explicó los conceptos básicos de las matemáticas de una manera divertida y fácil de entender. Sofía comenzó a disfrutar de las matemáticas por primera vez. Aprendió a contar utilizando objetos cotidianos como manzanas o lápices.

También aprendió sobre formas geométricas jugando con bloques. "¿Entonces si tengo tres manzanas y me como dos, cuántas quedan?", preguntó el profesor Mateo. "Queda una sola", respondió Sofía con confianza.

"¡Muy bien! Eres una experta en resta", dijo el profesor Mateo sonriendo. Sofía estaba tan feliz por su progreso que quería compartirlo con sus amigos. Les contó sobre su experiencia en la clase después de la escuela y les enseñó lo que había aprendido.

"Si tengo cuatro lápices y te doy uno, ¿cuántos lápices me quedan?", preguntó Sofía a sus amigos. —"Tres" , respondieron todos juntos. Sofía se sintió orgullosa de sí misma por poder enseñarles algo nuevo a sus amigos.

Un día, el profesor Mateo organizó un concurso de matemáticas en la escuela. Sofía decidió participar y se sintió muy emocionada. Durante el concurso, tuvo que responder preguntas difíciles sobre sumas y restas. "¿Cuánto es 5+3?" preguntó el profesor. "¡Ocho!" respondió Sofía rápidamente.

El público aplaudió y Sofía sonrió de oreja a oreja. Finalmente, llegó la hora de anunciar al ganador del concurso. El profesor Mateo dijo:"La ganadora es... ¡Sofía!"Sofía estaba tan feliz que saltaba de alegría.

Se dio cuenta de que había trabajado duro para llegar hasta allí y que todo su esfuerzo había valido la pena.

A partir de ese día, Sofía se convirtió en una experta en matemáticas y siempre estuvo dispuesta a enseñarle a sus amigos lo que había aprendido. Aprendió que si trabajaba duro y se concentraba, podía lograr cualquier cosa.

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