El protector de la montaña



Había una vez un joven llamado Tomás que vivía en una pequeña ciudad rodeada de montañas.

Siempre había sido un niño muy activo y sociable, pero últimamente se sentía abrumado por las presiones de la escuela y los problemas familiares. Un día, después de clases, decidió subir a la montaña más alta que había detrás de su casa para despejar su mente.

Al principio le costó mucho llegar a la cima, pero cuando finalmente lo logró, se sintió libre y en paz consigo mismo. Desde ese día, Tomás comenzó a subir cada tarde a la montaña para estar solo con sus pensamientos.

A medida que pasaba el tiempo, empezó a disfrutar cada vez más de esos momentos solitarios y encontró en ellos un refugio gratificante donde podía ser él mismo sin preocuparse por lo que los demás pensaran. Un día mientras caminaba por el bosque cerca de la cima de la montaña, encontró un pequeño pájaro herido.

A pesar del miedo que sentía al acercarse al animalito enfermo, no dudó en llevarlo consigo hasta su casa para cuidarlo.

A partir de ese momento, Tomás comenzó a interesarse por todo lo relacionado con la naturaleza y los animales. Se dedicaba todos los días a aprender sobre diferentes especies y cómo ayudarlas si alguna vez las encontraba en peligro.

Un día mientras paseaba por el bosque cerca del río escuchó unos gritos desesperados: "-¡Auxilio! ¡Por favor ayuda!"- Era una niña atrapada entre las ramas caídas del árbol cercano al agua. De inmediato, Tomás corrió hacia ella y la ayudó a salir. La niña estaba muy asustada y agradecida por su ayuda.

Se presentó como Ana, una niña de su misma edad que vivía en el pueblo cercano. Desde ese día, Tomás y Ana se hicieron grandes amigos, compartiendo sus intereses por los animales y la naturaleza.

Un día mientras caminaban por el bosque juntos encontraron un nido de avispas en un árbol. Ana quería destruirlo porque tenía miedo de que las avispas les picaran, pero Tomás le explicó que las avispas eran importantes para mantener el equilibrio del ecosistema.

"-Si las matamos, las otras especies podrían proliferar sin control y desequilibrar todo lo demás " dijo Tomás con voz segura. A partir de ese momento, Tomás se convirtió en un defensor apasionado del medio ambiente y los animales.

Comenzó a dar charlas en la escuela sobre la importancia de cuidar nuestro planeta y cómo cada uno puede hacer una pequeña diferencia para lograrlo.

Gracias a su valentía al salvar a la niña atrapada entre las ramas caídas del árbol cercano al agua y su dedicación al cuidado del medio ambiente, Tomás se convirtió en todo un héroe local.

Y aunque nunca había buscado ser reconocido por sus acciones, se sentía feliz sabiendo que podía inspirar a otros jóvenes a seguir su ejemplo.

Desde entonces, cada vez que sube a la montaña más alta detrás de su casa para estar solo con sus pensamientos recuerda aquellos días cuando encontró en la soledad un refugio gratificante y cómo eso lo llevó a descubrir su verdadera pasión por la naturaleza y los animales.

FIN.

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