El proyecto inesperado


Sofía y Jorge eran dos compañeros de clase muy distintos. Sofía siempre estaba atenta en clase, tomaba apuntes y le encantaba participar en todas las actividades. Por otro lado, Jorge era muy distraído, le costaba prestar atención y siempre se distraía con cualquier cosa que pasara a su alrededor. Un día, la maestra les anunció que debían trabajar juntos en un proyecto para la feria de ciencias. Sofía se preocupó al instante, mientras que Jorge ni siquiera pareció escuchar. -

Sofía: ¡Vamos a tener que esforzarnos mucho si queremos hacer un buen proyecto!

Jorge: Bueno, no es como si me importara mucho...

A pesar de las diferencias, comenzaron a trabajar. Sofía se esforzaba al máximo, investigaba en la biblioteca y anotaba cada detalle. Mientras tanto, Jorge se distraía con sus videojuegos y parecía no darle importancia al proyecto. El tiempo pasaba y el día de la presentación se acercaba rápidamente. -

Sofía: Jorge, ¿te has dado cuenta de que aún nos falta mucho por hacer? Necesitamos ponernos en serio con esto.

Jorge: Tranquila, si lo dejamos para mañana, igual lo hacemos rápido. No entiendo por qué te pones tan estresada.

La tensión entre ellos era evidente, pero Sofía sabía que debían terminar el proyecto a tiempo. Decidió buscar la manera de motivar a Jorge para que se comprometiera con el trabajo. Le propuso organizar una nueva forma de hacerlo, juntos. Sofía se encargaría de la investigación y la redacción, mientras que Jorge se ocuparía de ilustrar y presentar los datos de una manera más creativa. -

Poco a poco, ambos comenzaron a entenderse mejor. Sofía aprendió a ser más flexible y divertida, mientras que Jorge descubrió lo gratificante que era esforzarse por hacer las cosas bien. Juntos, lograron unir sus fortalezas y trabajaron en armonía para terminar el proyecto a tiempo. El día de la presentación, sorprendieron a todos con su creatividad y dedicación, recibiendo el reconocimiento de sus compañeros y maestros. Sofía y Jorge se dieron cuenta de que, a pesar de sus diferencias, podían complementarse y lograr grandes cosas trabajando en equipo. Desde entonces, se convirtieron en grandes amigos y continuaron colaborando en futuros proyectos, siempre recordando que la verdadera magia sucede cuando las diferencias se convierten en fortalezas.

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