El puchero del mosquito dengue
En lo profundo del jardín de una casa en Buenos Aires, vivía una familia de mosquitos dengue. Les encantaba zumbando por entre las plantas, pero lo que más disfrutaban era comer verduras.
La comida favorita de los mosquitos era la ensalada de papa, remolacha y huevo. Todos, excepto el mosquito más chiquito, a quien le encantaba la idea de comer un delicioso puchero. - ¡Mamá, papá! , quiero probar un puchero hoy! - exclamó el mosquito más chiquito.
La mamá mosquito suspiró y dijo: - Pero cariño, nosotros siempre comemos ensalada, es nuestra tradición. - Sí, es verdad, el puchero es algo diferente - agregó el papá mosquito. Sin embargo, el mosquito más chiquito no se rindió.
Decidió buscar por todo el jardín alguna pista de cómo cocinar un puchero. Mientras volaba, se topó con una vieja mariposa que había viajado por todos lados y había probado distintos platos.
La mariposa le dio la receta del puchero y el mosquito más chiquito, emocionado, fue corriendo a contarle a su familia. Todos se sorprendieron, pero al final aceptaron intentar algo nuevo. Juntos, trabajaron en la receta, cada uno aportando con lo que podía.
La mamá mosquito picó las verduras, el papá mosquito revolvió el caldo, y el mosquito más chiquito fue a buscar algunas hierbas especiales que darían sabor al puchero.
Finalmente, la fragancia del puchero llenó el aire, y la familia de mosquitos dengue se sentó a compartir un delicioso y reconfortante puchero. Fue una cena maravillosa, llena de risas y alegría, y todos estuvieron de acuerdo en que probar algo nuevo había sido una gran idea.
A partir de ese día, la familia de mosquitos dengue decidió que a veces, es bueno salir de la zona de confort y probar cosas nuevas. Y el mosquito más chiquito aprendió que todos, sin importar su tamaño, pueden hacer una gran diferencia.
FIN.