El Puente de la Amistad



En un mundo no muy lejano, los hombres estaban tan obsesionados con el poder y la ciencia que sin querer abrieron una grieta en la tierra. De esta grieta, comenzaron a salir criaturas extrañas y asustadas, que rápidamente fueron malinterpretadas por los humanos.

Entre estas criaturas, había un pequeño demonio llamado Flip, que no tenía más de un metro de altura y una gran sonrisa. Flip era un demonio curioso y soñador, que siempre miraba hacia el mundo humano con deseo de aprender y hacer amigos. Sin embargo, cuando salía de su hogar, se encontraba con el desprecio y el miedo de las personas.

Un día, mientras Flip exploraba un parque, se encontró con una niña llamada Sofía, que estaba sentada sola en un banco, llorando.

"¿Por qué lloras?" - preguntó Flip timidmente.

"Porque mis amigos me dejaron de lado y no entienden lo que siento. Cada vez que trato de hablar de mis sueños, creen que soy rara y se ríen de mí" - respondió Sofía con tristeza.

Flip, sintiendo empatía por la pequeña, decidió ayudarla.

"¡Yo también tengo un sueño! Quiero que todos los humanos y criaturas vivan en paz. Quizás, juntos podemos cambiar las cosas. ¿Qué te parece?" - le dijo con entusiasmo.

Sofía se secó las lágrimas y sonrió por primera vez.

"Sí, sería maravilloso. Pero, ¿cómo lo hacemos?" - preguntó.

Así comenzó su aventura. Flip y Sofía se hicieron grandes amigos, y decidieron crear un plan para unir a humanos y criaturas. Comenzaron a organizar reuniones en el parque, donde planteaban la idea de que cada uno podía compartir sus miedos y sueños.

El primer encuentro fue un desastre. La mayoría de los humanos llegaron asustados, y algunos incluso llevaron antorchas y gritos. Las criaturas, al ver esto, se sintieron aún más amenazadas.

Sofía, viendo esto, se armó de valor y tomó la palabra.

"¡Esperen! No somos enemigos. Flip y yo solo queremos que se escuchen nuestros corazones. Todos estamos asustados, y eso no nos deja ver lo que realmente somos. ¡Démosle una oportunidad a esto!" - dijo ella con firmeza.

Después de un rato, algunos humanos comenzaron a sentir curiosidad y decidieron escuchar. Flip, con su gran habilidad para contar historias, empezó a relatar cómo era su vida en el inframundo.

"No todo es oscuro y triste donde vivo. ¡Nos gusta bailar y cantar! Y no todos los demonios son malos, como no todas las personas son buenas. ¡Los seres vivos somos muy diversos!" - explicó Flip.

La curiosidad fue creciendo entre los humanos. Cada vez más se animaban a compartir sus propias historias. Hablaron de sus miedos a lo desconocido, sus sentimientos y anhelos. Durante la reunión, descubrieron que muchos de ellos, también habían sentido tristeza y soledad en algún momento.

Poco a poco, el encuentro se volvió más amigable, y entre risas y lágrimas, las criaturas y los humanos empezaron a crear lazos. Pero no todo sería tan fácil. Un grupo de humanos, que temían perder su poder, intentó sabotear futuras reuniones. Ellos creían que la unión traería caos.

Flip y Sofía no se dieron por vencidos. Fueron a buscar a aquellos humanos de corazón noble, y juntas decidieron organizar un gran festival, donde tanto criaturas como humanos mostrarían su cultura, música y comida. Ellas pensaron: si hacen algo divertido juntos, seguramente cambiarán la perspectiva de todos.

"¡Necesitamos demostrar que todos podemos ser amigos!" - gritó Flip mientras dibujaba un gran cartel en la plaza del barrio.

Así fue como llegó el día del festival. La plaza estaba decorada con colores vibrantes. Los humanos llevaron comida, y las criaturas mostraron muchos de sus talentos, desde danzas hasta trucos de magia.

Las risas resonaron en el aire, y fue un éxito. Todos comenzaron a compartir experiencias, y de a poco, el rencor fue desapareciendo. Los propios humanos que antes estaban preocupados, se dieron cuenta que esos asustados demonios tenían tanto amor por la amistad como ellos.

Al final de la noche, Flip y Sofía, rodeados de sus nuevos amigos, levantaron juntos una antorcha de luz.

"¡Esta luz simboliza nuestra unión!" - dijo Flip.

"¡Una amistad que brilla tanto como esta llama!" - añadió Sofía.

Y así, con el tiempo, la grieta se cerró y la amistad entre humanos y criaturas se consolidó, sacando lo mejor de cada uno. Flip y Sofía demostraron que la diversidad, lejos de separarlos, podía unirlos con los lazos más fuertes de todos: el amor y la comprensión.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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