El Puente de la Amistad



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Arcoíris, dos chicos que se llamaban Lucas y Sofía. Desde que se conocieron en el parque, cada tarde pasaban horas juntos, riendo, jugando y compartiendo secretos. Se había forjado entre ellos una conexión especial, pero a la vez, algunas barreras parecían frenar su amistad.

Un día, mientras jugaban al escondite, Lucas se detuvo y le preguntó a Sofía:

"¿Te gustaría que fuéramos mejores amigos, o tal vez algo más?"

Sofía, un poco nerviosa, respondió:

"Me encantaría, pero ¿y si nos distanciamos?"

A pesar de sus dudas, decidieron que lo intentarían. Sin embargo, con el tiempo, comenzaron a poner barreras. Sofía se enfocaba más en sus tareas escolares, y Lucas empezó a pasar más tiempo con sus amigos del fútbol. Aun así, se extrañaban cada vez más.

Una tarde, Lucas decidió escribirle una carta a Sofía, expresándole sus sentimientos y lo mucho que valoraba su amistad:

"Sofía, siento que estamos construyendo un muro entre nosotros. Pero quiero que sepas que me importa mucho nuestra amistad, y creo que juntos podemos superar esto. No quiero perderte."

Sofía recibió la carta y, al leerla, su corazón se llenó de alegría y tristeza al mismo tiempo. Ella también sentía que había una distancia entre ellos:

"Lucas, yo también te extraño. Estuve tan ocupada, pero no quiero que esto nos separe. ¿Qué podemos hacer?"

Así que decidieron unirse para crear el 'Puente de la Amistad'. Empezaron a planear actividades juntos, como pintar un mural en la pared del parque, donde pudieran expresar todo lo que significaban el uno para el otro. Con cada pincelada, derribaban un poco más de la barrera que ellos mismos habían construido.

Mientras pintaban, Lucas le dijo:

"Mirá cómo nuestro mural está tomando forma, como nuestra amistad. Podemos hacer que brille mucho más."

Sofía asintió, sonriendo:

"Sí, cada color representa algo especial. Esto es solo el comienzo."

Día tras día, su mural fue adquiriendo vida, y de a poco, ellos también comenzaron a acercarse más. Pero, un día, mientras pintaban, ocurrió un giro inesperado. El alcalde del pueblo anunció que el parque sería cerrado para hacer un nuevo centro comercial.

Desesperados, se acercaron al alcalde:

"Por favor, no cierren el parque. Aquí hemos vivido momentos maravillosos y hemos construido muchas cosas juntos."

El alcalde los escuchó y les dijo:

"Entiendo lo que sienten. Pero necesitamos un proyecto que beneficie a todos. ¿Tienen alguna idea?"

Lucas y Sofía se miraron, y juntos, se les ocurrió realizar un evento comunitario que incluya un torneo de fútbol y exposiciones de arte, donde todo lo que recojan se donaría para ayudar a otros niños.

"¡Es una gran idea!" exclamó Sofía.

Con la ayuda de sus amigos, se prepararon para el evento. El día llegó, y el parque estaba lleno de risas, colores y alegría. Gracias a su esfuerzo, el alcalde entendió cuán importante era el parque para todos.

"Hemos decidido no cerrar el parque. ¡Bravo por su espíritu comunitario!" dijo el alcalde emocionado.

Lucas y Sofía se miraron admirados, sabían que su conexión había crecido aún más. Desde ese día, decidieron enfrentar cualquier barrera juntos, apoyándose mutuamente en todo.

Y así, en el pueblo de Arcoíris, Lucas y Sofía aprendieron que no hay barrera lo suficientemente grande que no se pueda superar a través de la amistad y la comunicación.

Y cada vez que veían su mural en el parque, recordaban que, al igual que sus colores, su amistad podía florecer aún más, siempre que trabajaran juntos.

FIN.

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