El puente de la unión



Había una vez en un país muy lejano, dos pueblos separados por un gran río. Del lado izquierdo del río estaba el tranquilo pueblo de Panamá, y del lado derecho se encontraba el alegre pueblo de Colombia.

Los habitantes de ambos pueblos llevaban mucho tiempo deseando estar más cerca, pero el río era demasiado ancho y profundo para cruzarlo. "¡Cómo nos gustaría poder visitar a nuestros amigos del otro lado del río!" decían los niños de Panamá.

"Y nosotros también queremos jugar y compartir con los niños de Panamá", suspiraban los niños de Colombia. Un día, un valiente y sabio carpintero llamado Manuel tuvo una brillante idea. Decidió construir un puente sobre el río para unir los dos pueblos.

Manuel se puso manos a la obra y con la ayuda de los habitantes de ambos pueblos comenzó a construir un puente hecho de madera, amor y solidaridad.

A medida que el puente tomaba forma, la amistad entre los habitantes de Panamá y Colombia crecía más y más fuerte. Finalmente, el puente de la unión estuvo terminado y unió a los dos pueblos de una manera que jamás habían imaginado.

Los niños de Panamá y Colombia se abrazaron alegres, mientras los adultos se miraban con lágrimas de emoción en los ojos. A partir de ese día, los dos pueblos vivieron en armonía, compartiendo sus tradiciones, alegrías y desafíos.

El puente de la unión se convirtió en un símbolo de amistad, cooperación y superación de fronteras.

Y cada vez que alguien preguntaba cómo fue que Panamá y Colombia lograron unirse, la respuesta era sencilla: "Gracias al puente de la unión, construido con amor y solidaridad por Manuel y todos los habitantes de ambos pueblos".

FIN.

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