El puente de los mapaches

Había una vez en el bosque de la Patagonia dos mapaches muy amigos llamados Roco y Lila. Ambos eran curiosos, traviesos y siempre estaban buscando aventuras nuevas para vivir juntos.

Un día, mientras exploraban un rincón del bosque que no conocían, se encontraron con un problema inesperado. Había un árbol caído bloqueando el camino que solían tomar para llegar a su madriguera.

Roco quería trepar por encima del tronco, pero Lila tenía miedo de hacerlo porque parecía peligroso. "No te preocupes, Lila. ¡Puedo ayudarte a cruzar de forma segura! Podemos trabajar juntos para encontrar una solución", dijo Roco con una sonrisa amigable.

Lila asintió con gratitud y ambos mapaches se sentaron a pensar en cómo resolver el problema. Después de unos minutos de silencio, Roco tuvo una brillante idea: construirían un puente improvisado con ramas y hojas secas que les permitiera cruzar el tronco caído sin peligro.

"¡Genial idea, Roco! Trabajemos juntos para recolectar las ramas y construir nuestro puente", exclamó Lila emocionada por la solución encontrada. Los dos amigos comenzaron a trabajar en equipo, cada uno haciendo su parte para construir el puente.

Roco era hábil reagarrando ramas grandes y fuertes, mientras que Lila se encargaba de colocarlas en su lugar adecuado para formar una estructura sólida. Se comunicaban constantemente durante todo el proceso, escuchando las ideas del otro y respetando sus opiniones.

Finalmente, después de un arduo trabajo en equipo, lograron terminar el puente improvisado. Estaba firme y seguro, listo para ser cruzado por ambos mapaches sin ningún riesgo.

"¡Lo logramos gracias a nuestra comunicación asertiva y trabajo en equipo! Juntos somos imparables", exclamó Roco orgulloso mientras abrazaba a su amiga Lila. Ambos mapaches cruzaron felices el nuevo puente que habían construido juntos, fortaleciendo aún más su amistad y confianza mutua. Desde ese día entendieron la importancia de comunicarse efectivamente para resolver problemas y superar obstáculos en equipo.

Y así, Roco y Lila continuaron explorando el bosque juntos, enfrentando cualquier desafío que se les presentara con valentía, creatividad y sobre todo... ¡con mucha comunicación asertiva!