El Puente de los Sueños



Érase una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas, dos amigos inseparables: Lucas y Sofía. Desde que eran muy pequeños, siempre jugaban juntos en el parque y compartían todo. Sin embargo, un verano, la familia de Sofía decidió mudarse a otra ciudad. Aquello fue un gran desfasaje en sus vidas.

- ¡No te vayas, Sofía! - le dijo Lucas, con los ojos llenos de lágrimas.

- Prometeme que no me olvidarás - contestó Sofía, abrazándolo fuerte.

- Jamás. Siempre estarás en mi corazón - susurró Lucas.

Con esa promesa quedaron aferrados a la esperanza de un reencuentro. A medida que pasaban los meses, la distancia se hizo cada vez más difícil. La vida continuaba, pero Lucas y Sofía sentían un vacío en su corazón.

Pasaron los años, y aunque Lucas hizo nuevos amigos y se sumó a diferentes actividades, la ausencia de Sofía nunca desapareció del todo. Un día, mientras caminaba por el parque donde solían jugar, vio un lápiz tirado en el suelo. Al recogerlo, recordó todos los dibujos que hacían juntos.

- ¡Me gustaría poder enviarle un mensaje a Sofía! - pensó Lucas.

Así que, decidió escribirle una carta.

- Querida Sofía, te extraño mucho. Siempre me acuerdo de nuestras aventuras y espero que estés feliz en tu nueva ciudad. Te llevo en mi corazón. -

Lucas, con una mezcla de emoción y tristeza, decidió enviarle la carta. Para su sorpresa, unos días más tarde recibió una respuesta.

- ¡Lucas! Me alegra tanto saber de vos. Te extraño mucho también. A veces me gustaría que estuviéramos juntos haciendo locuras como antes. -

A partir de ese momento, los dos amigos comenzaron a intercambiar cartas. Cada carta era un abrazo, un recordatorio de su amistad.

El tiempo pasó y una idea brillante surgió en la mente de Lucas.

- ¿Y si hacemos un puente de sueños? - escribió en su carta.

- ¿Cómo un puente de sueños? - respondió Sofía, intrigada.

- Sí, una manera de que nuestros sueños volaran juntos a pesar de la distancia. Podemos dibujar lo que queremos lograr y luego comunicarlo en cada carta. -

Sofía le encantó la idea. Así fue como crearon el 'Puente de los Sueños', donde compartían sus metas y aspiraciones, y se alentaban mutuamente para alcanzarlas. Lucas soñaba con ser un gran artista y Sofía quería ser científica.

Llegó el día de la gran exposición de arte escolar y Lucas estaba nervioso.

- ¡Tenés que creer en vos, Lucas! - le escribió Sofía.

- ¡Gracias, Sofía! Con tus palabras me siento más seguro. -

Esa misma semana, Sofía estuvo participando en una feria científica.

- Lucas, ¡tengo que hacer una presentación! Estoy emocionada pero asustada - le confesó en su carta.

- ¡Vas a brillar! Te imagino con una gran sonrisa al final.

Ambos lograron sus objetivos y, tras un año de mucho esfuerzo, Lucas tuvo su primera exposición personal mientras Sofía ganó un reconocimiento en su feria.

Pasaron los meses y se dieron cuenta de que era tiempo de un reencuentro. Sofía anunció que volvería al pueblo por unas vacaciones.

- ¡No puedo esperar! - exclamó Lucas.

- ¡Yo tampoco! Vamos a celebrar lo que hemos logrado - respondió Sofía entusiasmada.

Finalmente, el día del reencuentro llegó. Lucas estaba nervioso pero emocionado. Cuando vio a Sofía al final del parque, los dos corrieron el uno hacia el otro.

- ¡Sofía! ¡No puedo creer que estés aquí! - gritó Lucas.

- ¡Lucas! ¡Te extrañé tanto! - le dijo ella mientras se abrazaban.

Aquella tarde, celebraron no solo su reencuentro, sino también el camino que habían recorrido.

- ¿Te acordás del Puente de los Sueños? - preguntó Lucas.

- Claro que sí. Lo hicimos posible, ¡hoy estamos aquí! - contestó Sofía, con una sonrisa radiante.

Desde aquel día, no importó la distancia, siempre mantenían viva su amistad, creando nuevos puentes y sueños.

La historia de Lucas y Sofía nos enseña que, a veces, la distancia puede hacer que nos sintamos solos, pero si mantenemos la esperanza y la comunicación, los reencuentros serán aún más felices y las amistades se vuelven más fuertes.

Y así, cada vez que se extrañaban, sabían que siempre existirá un puente entre ellos, donde sus sueños volarían juntos, llenos de color y alegría.

FIN.

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