El puente del bosque de los sueños

En un pacífico bosque, un grupo de simpáticos animales vivía en armonía. Un día, el sabio señor búho propuso la construcción de un puente para unir su parte del bosque con la del otro lado del río. Al escuchar la propuesta, algunos animales sintieron temor ante el cambio, mientras que otros estuvieron emocionados por la idea.

El líder del grupo, el señor león, convocó a todos los animales a una asamblea en el claro del bosque. "Compañeros, el señor búho nos ha propuesto construir un puente que nos permita conectarnos con el otro lado del bosque. ¿Qué opinan al respecto?", preguntó el león.

El primer en expresar su opinión fue el simpático conejo, quien tembloroso dijo: "Yo no creo que sea buena idea, me da miedo el cambio y prefiero seguir como estamos".

El sapo, por su parte, saltó emocionado y dijo: "¡Yo estoy de acuerdo! Será maravilloso poder explorar un lugar nuevo y conocer nuevos amigos!"

El ambiente se llenó de murmullos y opiniones divididas. El señor búho, con su sabiduría habitual, tomó la palabra y habló con calma: "Comprendo que algunos sientan miedo ante la idea del cambio, pero debemos recordar que el puente nos brindará la posibilidad de enriquecernos con nuevas experiencias, a la vez que mantendremos nuestra unión como comunidad. Juntos podemos superar nuestros temores".

Luego de escuchar al búho, varios animales comenzaron a reflexionar. El señor león, con su mirada bondadosa, dijo: "Creo que es momento de enfrentar el miedo al cambio. Trabajaremos juntos para construir el puente, manteniendo viva nuestra unión y amistad".

Así, con esfuerzo y cooperación, los animales construyeron el puente. Durante el proceso, el conejo y otros animales que inicialmente se resistieron, fueron superando sus temores al descubrir el apoyo y compañerismo del grupo. Finalmente, el puente quedó terminado, uniendo las dos partes del bosque.

El puente no solo unió geográficamente ambos lados, sino que también fortaleció la unión y el espíritu de cooperación entre los animales. Todos disfrutaron de nuevos amigos, juegos y aventuras. El miedo al cambio se transformó en entusiasmo por las nuevas oportunidades que brindaba el puente.

Y así, el bosque de los sueños se convirtió en un lugar donde la resistencia al cambio se superó con valentía, enseñando a todos que, en ocasiones, lo desconocido puede ser la puerta hacia emocionantes nuevas experiencias.