El puente del rescate



Había una vez un zorro muy astuto llamado Zorro y su amigo humano, Martín. Los dos eran inseparables y les encantaba ir de aventuras juntos por la selva.

Un día, mientras caminaban por el bosque, Martín recordó que su abuela vivía en una pequeña cabaña al otro lado del río. Sabía que ella estaba enferma y no había podido salir a buscar comida durante varios días.

Martín decidió que él y Zorro llevarían algunas frutas y verduras frescas para ayudar a su abuela. Pero el problema era cómo cruzar el río sin mojarse. "¿Cómo vamos a cruzar el río?" preguntó Martín preocupado. Zorro rápidamente pensó en una solución: "Podemos construir un puente con ramas y hojas".

Así que los dos amigos se pusieron manos a la obra y construyeron un puente improvisado sobre el río. Fue difícil, pero finalmente lograron terminarlo.

Una vez del otro lado del río, encontraron la cabaña de la abuela de Martín. Toquen la puerta y cuando ella abrió, Martín le entregó las frutas y verduras frescas que habían traído.

La abuela de Martin estaba feliz de verlo e invitó a ambos amigos adentro para tomar té caliente con galletitas dulces recién horneadas. Mientras disfrutaban del té, la abuela compartió historias sobre sus años jóvenes explorando la selva como parte de un grupo indígena local.

Después del té, los tres salieron al jardín para admirar las hermosas flores silvestres que crecían alrededor de la cabaña. Pero, de repente, escucharon un fuerte ruido proveniente del bosque cercano. "¿Qué es eso?" preguntó Martín preocupado.

Zorro, quien tenía muy buen oído y olfato, reconoció que era el sonido de un animal grande. "Debemos ir a investigar", dijo Zorro valientemente. Así que los tres amigos corrieron hacia el bosque para ver qué estaba sucediendo.

Cuando llegaron allí encontraron a un grupo de cazadores furtivos que habían atrapado a una familia de monos pequeños en jaulas. Martín y Zorro sabían que tenían que hacer algo para ayudarlos.

Así que rápidamente idearon un plan: mientras Zorro distraía a los cazadores furtivos con sus habilidades astutas, Martín liberaría a los monos de las jaulas. Y así fue cómo trabajando juntos lograron rescatar a los monos y detener la caza furtiva.

Los cazadores huyeron del lugar cuando se dieron cuenta de que estaban siendo engañados por el zorro astuto y su amigo humano. Después del emocionante rescate, Martín y Zorro regresaron junto con la abuela de Martin para disfrutar del resto del día en la tranquilidad del jardín.

La abuela les contó historias sobre sus aventuras pasadas en la selva, mientras ellos disfrutaban del sol poniente sobre las copas de los árboles. Finalmente llegó el momento en el que tuvieron que despedirse y volver a casa antes del anochecer.

Pero prometieron volver pronto para visitarla de nuevo y llevarle más frutas y verduras frescas. Martín aprendió que, con la ayuda de un amigo astuto como Zorro, se pueden superar los obstáculos más difíciles y hacer cosas buenas por las personas que amamos.

Y así fue cómo Martín, Zorro y la abuela de Martin vivieron felices para siempre en su pequeño rincón de la selva.

FIN.

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