El puerquito aventurero
Había una vez un puerquito llamado Pancho, que vivía en una granja con sus hermanos. Un día, su mamá les dijo que podían ir de paseo al bosque cercano.
Los hermanitos de Pancho estaban emocionados y comenzaron a prepararse; sin embargo, Pancho no se sentía tan entusiasmado, ya que era un poco tímido y no conocía a muchos animales fuera de la granja.
Cuando llegaron al bosque, sus hermanos corrieron a jugar con otros animalitos, dejando a Pancho solo y triste. De repente, escuchó un ruido extraño y asustado, se escondió detrás de un árbol. Resultó ser un erizo llamado Héctor, quien le preguntó a Pancho por qué estaba solo.
Pancho le explicó que no conocía a nadie en el bosque y que se sentía un poco perdido. Héctor, con una sonrisa amable, le dijo: -No te preocupes, yo te mostraré el bosque y te presentaré a mis amigos.
Juntos, Pancho y Héctor exploraron el bosque y conocieron a muchos animales simpáticos. Con cada nuevo amigo, Pancho se sentía más valiente y feliz. Pronto, se volvieron inseparables y no dejaban de reír juntos.
En uno de sus paseos, se encontraron con una liebre llamada Lola, quien estaba un poco triste porque no sabía cómo llegar a su madriguera. Pancho y Héctor se ofrecieron a ayudarla y, juntos, lograron encontrar el camino de regreso.
A partir de ese día, Pancho, Héctor y Lola se convirtieron en los mejores amigos, disfrutando de toda clase de aventuras en el bosque. Pancho aprendió que la amistad era algo valioso y que cuando se tiene buenos amigos, uno nunca está solo.
Al regresar a la granja, Pancho le contó a sus hermanos sobre sus nuevos amigos y les animó a pensar en hacer nuevas amistades. Desde ese día, Pancho se convirtió en el puerquito más sociable y feliz de la granja, siempre recordando la importancia de la amistad en su vida.
FIN.