El quesito de Alon
Había una vez en un pequeño bosque, un ratoncito muy especial llamado Alon.
Alon era un ratón muy curioso y travieso, pero sobre todo, ¡le encantaba el queso! Cada mañana se despertaba con un hambre voraz y lo primero que pensaba era en comer quesito fresco. Una mañana soleada, Alon se despertó con más hambre de lo normal. Se frotó los ojitos y bostezó mientras olfateaba el aire en busca del delicioso aroma a queso.
Pero hoy no había quesito esperándolo en su despensa. Alon recordó que se le había acabado la reserva de queso la noche anterior y decidió que debía hacer algo al respecto.
"¡Oh no! ¡Hoy no tengo mi quesito! Necesito conseguir leche para hacer mi propio queso", pensó Alon preocupado. Decidido a encontrar leche para hacer su quesito, Alon salió de su madriguera y comenzó a recorrer el bosque en busca de una vaca amable que pudiera ayudarlo.
En su camino se encontró con varios animales del bosque que intentaron disuadirlo:"¿A dónde vas tan apurado, ratoncito?" preguntó el conejo curioso. "Estoy buscando leche para hacer mi propio quesito", respondió determinado Alon.
El conejo lo miró sorprendido, pero al ver la determinación en los ojos de Alon decidió darle indicaciones para llegar a la granja más cercana donde vivía una vaca muy generosa.
Al llegar a la granja, Alon se encontró con Matilda, una vaca simpática y amigable que accedió a darle un poco de leche para hacer su quesito. Con mucho esfuerzo y dedicación, Alon siguiendo las instrucciones de Matilda logró preparar su propio queso casero.
Finalmente, cuando el quesito estuvo listo y bien derretido, todos los animales del bosque se reunieron para probarlo. Estaban maravillados por el talento culinario de Alon y disfrutaron juntos de una deliciosa merienda llena de risas y alegría.
Desde ese día, cada vez que a Alon se le acababa el queso, sabía exactamente qué debía hacer: buscar ayuda amigable e ingeniosa como lo hizo con Matilda aquella primera vez.
Y así aprendió que con esfuerzo y determinación podía superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino hacia sus sueños más queridos.
FIN.