El Rallo Caluroso y el Viaje a la Sombra
Era un hermoso día en el pueblo de Villasol, un lugar donde siempre brilla el sol. Los días eran cálidos y alegres, pero ese verano, el sol estaba más fuerte que nunca. Ese era el rallo caluroso, un rayo de sol encantado que decidía cuándo y cómo calentar la tierra.
Uno de los habitantes del pueblo era un pequeño niño llamado Lucas. A Lucas le encantaba jugar al aire libre, pero con el rallo caluroso, los juegos se volvían difíciles. Un día, mientras estaba en el parque, se sentó bajo un árbol para descansar de tanto calor.
-Yo no puedo más, -dijo Lucas, viendo a sus amigos jugar un poco más lejos, con las caras rojas por el calor. -¿Por qué tiene que hacer tanto calor?
En ese momento, una mariposa muy colorida se le acercó.
-Hola, Lucas. -dijo la mariposa. -Soy Maripola, la mariposa viajera.
-Hola, Maripola. -respondió Lucas. -Estoy cansado del calor. ¿No hay manera de hacer que el rallo caluroso nos dé un respiro?
-No te preocupes,
continuó Maripola. -Tengo una idea. Podemos ir a visitar a las Nubes Sabias. Ellas tienen el poder de hablar con el rallo y pedirle que baje un poco la temperatura. ¿Qué te parece?
Lucas, emocionado por la aventura, posó una mano en su corazón.
-Está bien, ¡vamos a buscar a las Nubes Sabias!
Juntos volaron hacia la colina más alta, donde las nubes estaban más cerca. Cuando llegaron, las Nubes Sabias eran enormes y esponjosas, con rostros amables.
-Hola, pequeños. ¿Qué los trae por aquí? -preguntó una nube de color blanco brillante.
-Lucas y yo venimos a pedirte un favor. -dijo Maripola. -El rallo caluroso está haciendo que sea muy difícil jugar.
Las Nubes Sabias se miraron entre sí, preocupadas.
-Entendemos. -dijo otra nube, de color gris suave. -El rallo caluroso solo quiere hacer su trabajo, calentar la tierra y ayudar a que crezcan las flores. Pero podemos ayudar a que todos tengan un poco de sombra.
Lucas miró a las nubes con los ojos muy abiertos.
-¿Cómo lo van a hacer?
-Con un poco de magia, -respondió la nube brillante, sonriente. -Podemos hacer un manto de sombra que cubrirá el parque y dejará que todos jueguen sin el calor del rayo. Pero necesitamos tu ayuda.
-¿Mi ayuda? ¿Qué puedo hacer? -preguntó Lucas, sorprendido.
-Vamos a necesitar tu risa. -dijo la nube gris. -Cuando rías de verdad, el sol sentirá alegría y se mantendrá más tranquilo. ¿Estás listo?
Lucas sonrió, sintiendo que su corazón se llenaba de alegría.
-Sí, haré lo mejor que pueda.
Las Nubes Sabias comenzaron a utilizar su magia mientras Lucas se reía a carcajadas. De pronto, un manto suave y fresco comenzó a cubrir el parque. Todos los niños que antes estaban riéndose bajo el calor intenso, comenzaron a sentir la frescura.
-Wow, esto es increíble. -dijo uno de los amigos de Lucas, que se había acercado. -¿Qué está pasando?
-¡Es un manto mágico de nubes! -gritó Maripola. -Lucas les trajo a las Nubes Sabias para solucionar el calor.
Los niños empezaron a jugar contentos, saltando, riendo y disfrutando del aire fresco. Lucas se sintió orgulloso.
Fue un día inolvidable. Pero, al caer la tarde, el rallo caluroso apareció, decidido a calentar de nuevo.
-¿Qué está pasando aquí? -preguntó el rayo sorprendiendo a todos.
Las Nubes Sabias respondieron con serenidad.
-No es que queramos que dejes de hacer tu trabajo, querido rayo. Solo queremos que todos los niños puedan jugar y disfrutar un rato sin tanto calor.
El rayo, que en el fondo solo quería ayudar, miró a Lucas.
-¿Tú estás feliz, pequeño?
-Los juegos son más divertidos con un poco de frescura, -respondió Lucas.
-Muy bien, haré que mi calor sea más suave durante algunas horas al día, -dijo el rayo, rindiéndose por el bienestar de los niños.
Todos aplaudieron y celebraron la colaboración entre el rayo, las nubes y los niños. Desde aquel día, el pueblo de Villasol disfrutó de días alegres con sol radiante y frescura en el aire. Y Lucas aprendió que no hay que rendirse y que una sonrisa puede cambiar las cosas.
Los días del rayo caluroso se volvieron más agradables, y todos aprendieron a disfrutar del equilibrio que trajo la alegría, la colaboración y la magia de la amistad.
FIN.