El ratón aventurero
Había una vez un ratón muy especial llamado Ratón que volaba entre las nubes. Vivía en un pequeño agujero en el techo de una vieja casa, pero su verdadera pasión era volar por los cielos y explorar lugares nuevos.
Ratón que volaba entre las nubes tenía una particularidad: le encantaba comer queso espacial. Este queso era mágico y le daba energía para volar más alto y más rápido que cualquier otro ratón.
Además, le daba ideas brillantes y lo hacía sentir invencible. Un día, mientras Ratón que volaba entre las nubes estaba disfrutando de su delicioso queso espacial, escuchó un ruido extraño proveniente del jardín de la casa.
Decidió investigar qué estaba ocurriendo y se dirigió hacia allí rápidamente. Al llegar al jardín, vio a un grupo de pajaritos intentando construir sus nidos en los árboles altos. Pero todos estaban frustrados porque no podían alcanzar las ramas más altas donde querían hacer sus hogares.
"¡Hola pajaritos! ¿Necesitan ayuda?"- preguntó amablemente Ratón que volaba entre las nubes. Los pajaritos miraron sorprendidos al ratón y uno de ellos dijo:"- ¡Oh! ¿Cómo podrías ayudarnos? Eres solo un pequeño ratoncito".
Ratón que volaba entre las nubes sonrió con confianza y respondió:"- ¡No subestimen mi poder! Puedo llevarlos a donde necesiten ir". Así comenzó la aventura de Ratón que volaba entre las nubes junto a los pajaritos.
Los llevaba de un árbol a otro, ayudándoles a construir sus nidos en las ramas más altas. Todos quedaron sorprendidos por la valentía y habilidad del ratón.
Un día, mientras volaban juntos, uno de los pajaritos llamado Pipo le preguntó a Ratón que volaba entre las nubes:"- ¿Cómo es que puedes volar tan alto y rápido?"El ratón sonrió y respondió:"- Es gracias al queso espacial que como. Me da energía para volar y pensar con claridad".
Los pajaritos se asombraron y le pidieron a Ratón que les diera un poco de su queso espacial para probarlo. Él accedió gustoso y les dio un pequeño trozo. A medida que los pajaritos comían el queso espacial, comenzaron a sentir una energía increíble.
Volaban más rápido y se sentían llenos de ideas brillantes. Juntos, Ratón que volaba entre las nubes y los pajaritos construyeron los nidos más hermosos en lo alto de los árboles. Se convirtieron en grandes amigos y siempre recordaron la importancia de trabajar en equipo.
Con el tiempo, el queso espacial se agotó, pero eso no detuvo a nuestros valientes protagonistas. Descubrieron que tenían la fuerza interior para lograr cualquier cosa si trabajaban juntos.
Ratón que volaba entre las nubes siguió explorando nuevos lugares junto a sus amigos pajaritos. Aprendieron sobre la importancia de la amistad, el trabajo en equipo y nunca rendirse ante los desafíos.
Y así, Ratón que volaba entre las nubes y los pajaritos vivieron felices, volando alto y construyendo sus sueños en lo más alto de los árboles. Fin.
FIN.