El ratón que aprendió a superar su adicción al queso



En un campo lleno de flores de colores vivía un pequeño ratón llamado Benito. Benito era un ratón muy curioso y siempre estaba buscando aventuras nuevas. Sin embargo, Benito tenía un pequeño problema: le encantaba el queso. Todo el día pensaba en queso, soñaba con queso y, por supuesto, comía queso. El queso era su debilidad, no podía resistirse a su sabor delicioso.

Un día, Benito se dio cuenta de que su adicción al queso le estaba causando problemas. Estaba descuidando sus otros deberes, como buscar comida para el invierno o arreglar su madriguera. Además, había engordado mucho y se sentía lento y cansado. Decidió que ya era suficiente, tenía que encontrar una solución a su problema.

Decidió pedir ayuda a sus amigos del campo. Se acercó a Olivia, la sabia lechuza, y le contó su problema. "¡Oh, Benito!" exclamó Olivia con voz suave, "Entiendo tu dilema, el queso es realmente delicioso, pero como todo en la vida, debe ser consumido con moderación". Benito asintió con tristeza, sabía que tenía que hacer un cambio.

Para ayudar a Benito, Olivia le enseñó técnicas para controlar sus antojos de queso, como comer otros alimentos más saludables y practicar ejercicios para mantenerse en forma. Poco a poco, Benito empezó a notar cambios en su cuerpo y en su forma de pensar. Se sentía más enérgico y feliz, y finalmente pudo superar su adicción al queso.

Cuando llegó el invierno, a diferencia de otros años, Benito estaba listo. Había recolectado suficiente comida, arreglado su madriguera y se sentía fuerte y sano. Se dio cuenta de que, al superar su adicción al queso, había descubierto una nueva forma de vivir, más equilibrada y satisfactoria.

Desde aquel día, Benito compartió su experiencia con todos los animales del campo, enseñándoles la importancia de la moderación y el equilibrio en la vida. Y así, todos vivieron felices y saludables para siempre.

FIN.

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