El ratón y la luna


Había una vez un ratón llamado Renato, que estaba convencido de que la luna era de queso. Todas las noches, miraba al cielo y suspiraba soñando con el delicioso queso lunar.

Un día, decidió que tenía que hacer algo al respecto. "¡Tengo un plan genial! Voy a construir un cohete y viajar a la luna para comérmela!". Renato pasó días y noches construyendo su cohete con materiales reciclados que encontró en el jardín.

Cuando finalmente terminó, se subió a su nave improvisada y despegó hacia la luna. Al llegar, se llevó una gran sorpresa al descubrir que la luna no era de queso. Estaba tan triste que comenzó a llorar.

"¿Cómo puede ser esto? ¡Siempre pensé que la luna era de queso!". De repente, una voz suave y melodiosa resonó a su alrededor. Era la voz de la luna. "Pequeño ratón, la luna no es de queso, pero te invito a descubrir su verdadera belleza".

Renato levantó la cabeza y vio la hermosa vista del universo desde la luna. Estrellas brillantes, planetas coloridos y la Tierra como nunca la había visto. Quedó maravillado. "¡Esto es asombroso! Nunca imaginé que la luna fuera tan hermosa.

Gracias por mostrarme la verdad, querida luna". Con el corazón lleno de alegría, Renato regresó a la Tierra con una lección aprendida.

A partir de ese día, contaba a todos los animales del jardín sobre la verdadera belleza de la luna, inspirándolos a soñar en grande y a descubrir lo maravilloso que puede ser el universo.

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