El ratoncito en el calcetín

Había una vez en un día lluvioso en Santiago, Chile, que llovió 3 noches seguidas sin parar. En esa tarde, Bel, una niña curiosa y aventurera, encontró un ratoncito en su calcetín que su abuelita había tejido con mucho amor. El pequeño ratón, al que Bel llamó “Cachetitos”, estaba calentito y tenía sus mejillas rosadas debido al calor. Sorprendida por su hallazgo, Bel decidió cuidar al ratoncito hasta que la lluvia cesara. Decidió construirle una pequeña casa con una caja de zapatos, llena de algodón y algunas migas de pan.

Desde ese momento, Bel y Cachetitos se hicieron inseparables. juntos, compartieron momentos de diversión y aventuras. Descubrieron juntos los colores del arcoíris en el cielo después de la lluvia, escucharon el canto de los pajaritos al amanecer y vieron cómo las flores comenzaron a brotar en el jardín de la abuelita. Cachetitos, con su curiosidad natural, enseñó a Bel la importancia de cuidar a los animales y el valor de la amistad.

Un día, después de que la lluvia hubiera cesado y el sol brillara, Cachetitos le dijo a Bel: "Gracias por cuidarme y enseñarme tanto. Ahora debo volver junto a mi familia, pero siempre te recordaré." Bel comprendió que su amistad con Cachetitos era especial, pero sabía que era hora de dejarlo ir. Con lágrimas en los ojos, le dio un abrazo al ratoncito y le deseó lo mejor en su regreso a casa.

Desde ese día, Bel aprendió que la naturaleza nos regala momentos mágicos y que siempre debemos cuidar y respetar a los animales. Cachetitos se convirtió en un recuerdo entrañable, y Bel siguió explorando el mundo con una nueva comprensión y empatía hacia todos los seres vivos.