El ratoncito valiente

En un bello bosque, vivía un pequeño ratoncito llamado Rodolfo. Un día, mientras exploraba el bosque, se encontró con un grupo de animales peligrosos de la selva. Había una serpiente venenosa, un temible león y un feroz tigre.

Rodolfo temblaba de miedo, pero recordó lo que su mamá le había enseñado: que la valentía reside en el corazón. -¿Qué haces aquí, insignificante ratón? -rugió el león.

-Perdóneme, señor león, me he perdido y no sé cómo regresar a mi casa -dijo Rodolfo con temor. Los animales se burlaron de él, pero Rodolfo decidió no rendirse. Con astucia, les propuso a los animales un desafío: una carrera por el bosque.

Si ganaba, podrían ayudarlo a encontrar el camino de vuelta a casa. Los animales, seguros de su victoria, aceptaron el reto. La carrera comenzó y Rodolfo, con su pequeño tamaño, se deslizaba ágilmente entre los árboles, esquivando obstáculos y ganando terreno. Los animales, confiados, se burlaban de él a lo lejos.

Sin embargo, a medida que avanzaba la carrera, los animales comenzaron a tropezar con troncos y raíces, mientras Rodolfo seguía adelante sin miedo. Finalmente, el ratoncito llegó primero a la línea de meta.

Los animales, sorprendidos, cumplieron su promesa y lo ayudaron a encontrar el camino de regreso a casa. Desde ese día, Rodolfo visitaba a los animales de la selva, quienes habían aprendido a respetar y valorar la valentía y la astucia.

Rodolfo se convirtió en un ejemplo para todos, demostrando que no importa el tamaño, lo que realmente importa es la valentía y la determinación.