El ratoncito y el monstruo azul



Había una vez en un lejano pueblo un monstruo de peluche muy especial. Era azul y alto, con una boca roja y ojos saltones.

Sus manos y pies eran amarillos, ¡y era tan suave como una nube! Pero a pesar de ser tan hermoso, este monstruo se sentía triste porque nadie parecía quererlo.

Un día, mientras el monstruo miraba desde la vitrina de la juguetería a todos los niños que pasaban sin prestarle atención, escuchó una vocecita dulce que le dijo:"¿Por qué estás tan triste, amigo peluche?"El monstruo se sorprendió al ver a un ratoncito simpático parado frente a él. Con voz temblorosa, el peluche respondió:"Nadie me quiere.

Todos los niños prefieren otros juguetes antes que a mí. "El ratoncito lo miró con ternura y le dijo:"No te preocupes, amigo. Yo sé que hay alguien especial por ahí esperando encontrarte.

"Con estas palabras de aliento, el ratoncito decidió llevarse al monstruo de peluche azul a dar un paseo por el pueblo. Juntos recorrieron calles y plazas, saludando a todos los habitantes del lugar.

A medida que caminaban, el peluche comenzó a sentirse más feliz al ver las sonrisas y gestos amables de la gente. De repente, llegaron a la plaza central donde se encontraba un grupo de niños jugando felices. Al ver al monstruo de peluche azul acompañado por el ratoncito, los niños corrieron emocionados hacia él.

"¡Qué lindo eres! ¡Quiero abrazarte!"- exclamó una niña con ojos brillantes. El corazón del monstruo dio un vuelco de alegría al sentirse querido por fin. Los niños lo abrazaron con cariño y jugaron con él durante horas sin parar.

Desde ese día en adelante, el monstruo de peluche azul supo que no importa cuánto tiempo pase sin ser notado o apreciado; siempre habrá alguien especial esperando encontrarlo y darle todo el amor del mundo.

Y así fue como el pequeño ratoncito enseñó al hermoso monsterio azul una valiosa lección: nunca pierdas la esperanza ni te desanimes si crees que nadie te quiere; siempre habrá personas dispuestas a brindarte su cariño cuando menos lo esperes.

Y juntos vivieron felices para siempre en aquel pueblo lleno de amor y amistad.

FIN.

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