El rebaño unido



Había una vez en un tranquilo campo argentino, cinco ovejas traviesas llamadas Lola, Pancho, Luli, Tito y Chispa. Estas ovejas siempre buscaban la manera de divertirse y explorar nuevas aventuras.

Un día, cansadas de seguir las reglas del pastor y aburridas de la rutina del rebaño, decidieron escaparse. Lola, siendo la más valiente del grupo, propuso que ya no necesitaban a un pastor para guiarlas.

"¡Podemos ser nuestro propio pastor! ¡Podemos hacer lo que queramos y vivir como nos plazca!", exclamó con entusiasmo. Las demás ovejas estuvieron de acuerdo y así fue como se convirtieron en su propio rebaño. Sin embargo, pronto descubrieron que no era tan fácil como pensaban.

No tenían idea de cómo encontrar comida ni cómo protegerse de los peligros del campo. Fue entonces cuando recordaron algunas enseñanzas importantes que el antiguo pastor les había transmitido.

"Creo que deberíamos recordar lo que nos enseñaba el viejo pastor sobre cómo sobrevivir en el campo", sugirió Pancho con preocupación. "¡No necesitamos sus viejas enseñanzas! Nosotras podemos crear nuestras propias reglas", respondió Lola tercamente.

Con el tiempo, las ovejas comenzaron a enfrentar dificultades al tratar de seguir sus propias ideas sin tener en cuenta las lecciones aprendidas anteriormente. Se encontraron perdidas en medio del campo sin saber hacia dónde ir ni qué hacer. "Quizás deberíamos considerar escuchar lo que solía decirnos el antiguo pastor...

Tal vez tenia razón en algunas cosas", admitió tímidamente Luli mientras miraba a sus compañeras con incertidumbre.

Finalmente, después de pasar por varias situaciones complicadas y darse cuenta de que necesitaban trabajar juntas para sobrevivir, las cinco ovejas rebeldes decidieron buscar al antiguo pastor y pedirle perdón por haberse alejado. Al encontrarlo, el viejo pastor las recibió con cariño y les brindó su sabiduría una vez más.

Les enseñó a reconocer los peligros del campo, a buscar alimento adecuado y a cuidarse unas a otras como verdaderas compañeras. "Gracias por volver", dijo el anciano con una sonrisa amable. "Recuerden que es importante aprender de nuestras experiencias pasadas para crecer y prosperar juntas".

Desde ese día, las ovejas comprendieron la importancia de valorar tanto las enseñanzas tradicionales como la creatividad para resolver problemas. Aprendieron a equilibrar la rebeldía con la prudencia y descubrieron que trabajar en equipo las hacía más fuertes y felices.

Y así, bajo la guía amorosa del viejo pastor y con su propia chispa de rebeldía controlada por la sabiduría adquirida, Lola, Pancho, Luli, Tito Chispa vivieron muchas aventuras emocionantes pero siempre recordando honrar tanto al pasado como al presente en su camino hacia un futuro brillante juntas.

FIN.

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