El rectángulo mágico



En un lejano pueblo llamado Geometría, vivía Roque, un niño muy curioso al que le encantaban las formas geométricas. Un día, mientras paseaba por el bosque, encontró un extraño rectángulo brillante.

Al tocarlo, se dio cuenta de que este rectángulo emitía destellos mágicos. Sin pensarlo dos veces, Roque decidió llevarlo a casa. "¡Mamá, mira lo que encontré en el bosque!" exclamó Roque emocionado.

Su mamá, sorprendida, observó el rectángulo y le explicó que era un rectángulo mágico, capaz de conceder deseos relacionados con las formas geométricas. "¡Wow, qué increíble!" exclamó Roque. Decidió pedir su primer deseo: un libro sobre geometría. Al instante, el rectángulo brilló y apareció el libro en sus manos.

Roque estudió el libro y se convirtió en un experto en formas geométricas. Luego, decidió compartir su conocimiento con los niños del pueblo. "¡Amigos, este rectángulo es mágico y nos puede ayudar a aprender y divertirnos con las formas!" Los niños, emocionados, se reunieron alrededor de Roque.

Juntos, pidieron al rectángulo mágico que les llevara a un mundo hecho de formas geométricas. De repente, el suelo tembló y todos los niños quedaron sorprendidos al ver cómo los árboles, las casas y el suelo se transformaban en figuras geométricas.

El rectángulo mágico les había concedido su deseo. Todos jugaron y aprendieron en aquel mundo mágico. Al atardecer, Roque y los niños agradecieron al rectángulo y pidieron regresar a su pueblo.

Al llegar, se dieron cuenta de que el rectángulo mágico había cumplido su propósito y desapareció. Desde ese día, Roque y sus amigos se convirtieron en verdaderos amantes de las formas geométricas, compartiendo la magia del rectángulo con todos los niños del mundo.

FIN.

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