El reencuentro y la conquista



Había una vez, en un tranquilo pueblo de la provincia de Buenos Aires, dos jóvenes llamados Antonella y Óscar que se conocían desde hace mucho tiempo.

A pesar de haberse gustado por años, cada uno siguió su camino y construyó su propia vida. Pero un día, el 28 de octubre del año 2022 para ser exactos, algo cambió entre ellos.

Se dieron cuenta de que seguían sintiendo lo mismo el uno por el otro y decidieron darle una oportunidad al amor. Todo parecía ir bien hasta que Óscar le contó a su mamá sobre Antonella y ella no quería conocerla.

No entendía cómo después de tanto tiempo juntos no habían formado pareja antes y pensaba que quizás había algún motivo oculto detrás. Antonella se sintió muy triste al enterarse pero decidió respetar la decisión de la madre de Óscar. Sabía que debía ganarse su confianza poco a poco.

Pasaron los días y las semanas sin ningún avance significativo. Hasta que un día, mientras caminaban por el parque juntos, vieron a una abuela alimentando a las palomas con semillas. - ¡Mira! -dijo Antonella-. Qué lindo gesto tiene esa señora con los animalitos.

- Sí -respondió Óscar-, me recuerda cuando era niño y mi mamá siempre nos enseñaba a cuidar a los animales. De pronto se les ocurrió una idea: podían regalarle semillas para pájaros como muestra de buena voluntad hacia la madre de Óscar.

Así fue como compraron algunas bolsas en la tienda local y se presentaron en la casa de ella. - Hola, señora -dijo Antonella con una sonrisa-. Queríamos regalarle esto como muestra de nuestro respeto y cariño hacia usted.

La madre de Óscar se sorprendió gratamente por el gesto y aceptó las semillas. A partir de ese momento, comenzaron a conversar más seguido y a conocerse mejor.

Finalmente, un día después del año nuevo, el 1º de enero del año 2023 para ser exactos, Óscar le propuso matrimonio a Antonella frente a toda su familia reunida para celebrar la llegada del nuevo año. Ella aceptó emocionada y todos aplaudieron felices por ellos.

A pesar de los obstáculos que tuvieron que superar, Antonella y Óscar demostraron que el amor verdadero siempre triunfa cuando hay perseverancia y buena voluntad. Y así fue cómo vivieron felices para siempre en su pequeño pueblo argentino.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!