El Refugio de los Amigos del Bosque


Un día, mientras los tres amigos caminaban por el bosque, escucharon un ruido extraño proveniente de unos arbustos. Intrigados, se acercaron con cuidado y descubrieron a un pequeño zorrito atrapado entre las ramas.

- ¡Miren chicos! ¡Es un zorrito bebé! -exclamó Sofía emocionada. - Pobrecito, parece que se lastimó la patita. Debemos ayudarlo -dijo Tomás preocupado. Los niños trabajaron juntos para liberar al zorrito y notaron que su patita estaba herida.

Decidieron llevarlo a casa de Clara, donde podrían curarlo con ayuda de su mamá veterinaria. Con mucho cuidado limpiaron la herida y le dieron agua y comida al animalito. Días pasaron y el zorrito se recuperaba gracias a los cuidados de los niños.

Durante ese tiempo, aprendieron muchas cosas sobre cómo ayudar a los animales necesitados y decidieron crear un refugio en el bosque para poder asistir a otros animales en problemas.

- ¡Deberíamos llamarlo "Refugio Amigos del Bosque"! Así podremos seguir ayudando a más animalitos como nuestro amigo zorrito -propuso Clara con entusiasmo. Los niños dedicaron sus tardes a construir casitas para pájaros, comederos para ardillas y bebederos para mariposas.

Además, aprendieron sobre plantas medicinales que podían servir para curar a los animales heridos que llegaran al refugio. Un día, mientras recogían plantas aromáticas cerca del arroyo, escucharon unos maullidos desesperados viniendo de un árbol cercano. Era un gatito atascado en una rama alta sin poder bajar.

- ¡Tenemos que salvarlo! -exclamó Tomás determinado. Con ingenio y valentía, lograron rescatar al gatito usando una cuerda hecha con ramas flexibles. El felino bajó sano y salvo entre los brazos de Clara, quien lo abrazó con ternura.

El Refugio Amigos del Bosque se hizo famoso en la región por la dedicación de estos tres amigos hacia la naturaleza y sus habitantes.

Muchos vecinos se sumaron como voluntarios para colaborar en las tareas diarias del refugio e incluso donaban alimentos o materiales para mejorar las instalaciones. Finalmente, los niños comprendieron que trabajar juntos por una causa noble como proteger la naturaleza no solo beneficiaba a los animales sino también les brindaba una profunda satisfacción personal.

Y así siguieron explorando el bosque cada tarde, disfrutando de cada momento junto a sus nuevos amigos animals alrededor del Refugio Amigos del Bosque.

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