El Refugio de Nido
Había una vez un pequeño pájaro llamado Nido que vivía en un hermoso bosque. Nido era conocido por su gran corazón y su espíritu aventurero.
Siempre estaba buscando nuevas formas de ayudar a los demás y hacer del mundo un lugar mejor. Un día, mientras volaba por el bosque, Nido se encontró con una tormenta feroz que azotaba los árboles y hacía temblar las hojas.
El viento soplaba tan fuerte que los animales del bosque estaban asustados y buscaban refugio. Nido sintió compasión por sus amigos animales y decidió ayudarlos a encontrar un lugar seguro donde protegerse de la tormenta.
Voló rápidamente alrededor del bosque, guiando a cada animal hacia cuevas, agujeros en los troncos de los árboles y otros lugares seguros. Mientras ayudaba a todos los animales, Nido notó algo extraño. Había un murciélago llamado Tormenta que parecía estar causando problemas intencionalmente.
Cada vez que Nido intentaba guiarlo hacia un refugio seguro, Tormenta volaba en dirección opuesta o simplemente se escondía entre las ramas de los árboles. Nido no podía entender por qué Tormenta actuaba así, pero sabía que tenía que hacer algo para ayudarlo también.
Decidió acercarse al murciélago con amabilidad y comprensión. "Hola Tormenta", dijo Nido con voz suave. "¿Por qué no quieres buscar refugio? La tormenta puede ser peligrosa para ti también. "Tormenta miró a Nido con desconfianza, pero algo en sus ojos mostraba una pizca de tristeza.
"No merezco tu ayuda", respondió el murciélago. "He hecho cosas malas y no quiero que nadie se acerque a mí".
Nido se sorprendió por la respuesta de Tormenta, pero recordó su objetivo de ayudar a todos sin importar qué. Decidió mostrarle al murciélago que todos cometemos errores y que siempre hay espacio para la bondad y el perdón. "Todos cometemos errores, Tormenta", dijo Nido con ternura.
"Pero también podemos aprender de ellos y cambiar nuestro comportamiento. Permíteme ayudarte a encontrar un lugar seguro para refugiarte". Tormenta dudó por un momento, pero finalmente aceptó la oferta de Nido.
Juntos volaron hacia un hueco en el tronco de un árbol donde estarían protegidos de la tormenta. Mientras estaban allí, Nido le contó a Tormenta historias sobre cómo había aprendido a ser amable y compasivo con los demás animales del bosque.
Le habló sobre cómo incluso las pequeñas acciones pueden marcar la diferencia en la vida de alguien. Con el tiempo, Tormenta comenzó a entender el poder transformador de la bondad. Se dio cuenta de que podía cambiar su forma egoísta y dañina de actuar y convertirse en alguien mejor.
A medida que pasaban los días, Nido notaba cómo Tormenta se esforzaba por hacer buenas acciones y ayudar a otros animales del bosque. Pronto, más animales comenzaron a ver el cambio en Tormenta y le dieron una segunda oportunidad.
La tormenta finalmente pasó y el sol volvió a brillar en el bosque. Los animales se reunieron para celebrar la valentía de Nido al ayudar a todos, incluido Tormenta.
Esta historia nos enseña que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay espacio para la bondad y el perdón. Todos podemos aprender de nuestros errores y cambiar si nos esforzamos lo suficiente.
Y así, Nido y Tormenta vivieron felices en el bosque, recordando siempre la importancia de la bondad y la amistad.
FIN.