El refugio secreto


En Villa Versui, un pequeño pueblo rodeado de bosques frondosos, vivían tres amigos inseparables: Mateo, Sofía y Lucas. La pandemia del Covid-25 había llegado a su pueblo, y las calles estaban desiertas y tristes.

Los niños sabían que debían protegerse, así que decidieron aventurarse en el bosque en busca de refugio.

Después de caminar durante horas entre los árboles altos y misteriosos, divisaron algo inusual: ¡un búnker grande y misterioso! Intrigados, se acercaron lentamente y descubrieron que la puerta estaba entreabierta. Con valentía, ingresaron al interior oscuro del búnker. Dentro encontraron estanterías llenas de latas de comida, botellas de agua, mantas calientes y todo lo necesario para sobrevivir.

Estaban asombrados por la cantidad de provisiones que allí se encontraban. De repente, una voz retumbó en la habitación:"¡Bienvenidos al Refugio Seguro! Aquí encontrarán todo lo necesario para sobrevivir a la pandemia del Covid-25", dijo una grabación automática.

Los tres amigos se abrazaron emocionados por haber encontrado ese lugar tan especial. Decidieron que sería su hogar durante los próximos cinco años hasta que el búnker se abriera nuevamente. Los días pasaron volando dentro del búnker.

Mateo era el encargado de organizar las provisiones, Sofía cuidaba de mantener limpio el lugar y Lucas era el responsable de animar al grupo con sus chistes ocurrentes. Un día, mientras exploraban una parte desconocida del búnker, descubrieron un panel electrónico con un mensaje encriptado.

Después de horas trabajando juntos lograron descifrarlo: indicaba la existencia de un jardín subterráneo donde podrían cultivar alimentos frescos. Emocionados por esta nueva aventura, comenzaron a sembrar semillas en el jardín subterráneo.

Aprendieron sobre la importancia de cuidar las plantas y cómo éstas les proporcionarían alimentos saludables durante su estadía en el búnker. Con cada día que pasaba, los niños aprendían nuevas habilidades: cocinar con ingredientes limitados, crear juegos con objetos reciclados e incluso realizar sesiones educativas sobre diversas materias.

Se dieron cuenta de lo fuertes que eran juntos y cómo podían superar cualquier desafío si trabajaban en equipo.

Finalmente llegó el día esperado: después de cinco años dentro del búnker, la puerta se abrió automáticamente revelando un nuevo amanecer lleno de posibilidades. Los tres amigos salieron al exterior con una mirada llena de determinación y esperanza en sus ojos. Se despidieron del Refugio Seguro sabiendo que allí habían vivido grandes aventuras pero también habían crecido como personas.

Ahora estaban listos para enfrentar cualquier desafío que el mundo exterior les presentara porque sabían que juntos siempre serían más fuertes.

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