El regalo de amor


En un pequeño pueblo de Argentina vivía José, un hombre amable y trabajador, que se dedicaba a cuidar ovejas en el campo. Un día, mientras pastoreaba a su rebaño, escuchó una voz misteriosa que le susurraba al oído.

"José, no temas. Soy un mensajero enviado por Dios para anunciar una gran noticia. Tú y María tendrán un hijo muy especial, el hijo de Dios". José quedó sorprendido y emocionado al saber que iba a ser padre.

Sin embargo, se preguntaba cómo podría contarle esta increíble noticia a su esposa María. Esa misma noche, cuando José llegó a casa, encontró a María sentada en el patio con una expresión preocupada en su rostro.

"María querida -dijo José-, tengo algo importante que contarte. Un ángel me visitó hoy y me dijo que vamos a tener un hijo". María se levantó rápidamente y abrazó emocionada a José. "¡Oh José! Esto es maravilloso.

Siendo padres del hijo de Dios nos espera una gran responsabilidad". A medida que pasaban los meses, María comenzó a notar cambios en su cuerpo. Su barriga crecía cada vez más y empezaron los movimientos del bebé en su vientre.

Un día soleado mientras paseaban por el campo con Mensajero, el burrito fiel compañero de la pareja, vieron acercarse tres hombres sabios montados en camellos. Los hombres llevaban regalos preciosos como oro, incienso y mirra. "¿Quiénes serán estos hombres?", preguntó María curiosa.

Los sabios se acercaron a José y María, arrodillándose ante ellos. "Hemos viajado desde lejos siguiendo una estrella que nos ha guiado hasta aquí.

Hemos venido a rendir homenaje al rey de los judíos, el niño que ha sido anunciado por los profetas", explicó uno de los sabios. José y María se miraron sorprendidos y emocionados. Sabían que su hijo sería especial, pero no imaginaban que incluso personas tan importantes vendrían a visitarlo.

Los meses pasaron rápidamente y llegó el momento del nacimiento del bebé. José y María encontraron refugio en un establo, donde Mensajero también fue bienvenido. Allí, rodeados de animales calientes y amigables, Jesús vino al mundo entre la paja fresca.

Un resplandor celestial iluminó el lugar mientras ángeles cantaban melodías dulces. "¡Es un milagro! ¡Es el hijo de Dios!", exclamó José con lágrimas en los ojos. María tomó al bebé en sus brazos mientras Mensajero asomaba su cabeza curiosa para verlo mejor.

El burrito dejaba escapar pequeños relinchos como si quisiera decirle algo al recién nacido. A lo largo de su vida, Jesús creció rodeado del amor incondicional de José, María y Mensajero.

Juntos formaron una familia llena de comprensión, cariño y respeto hacia todos los seres vivos. La historia del nacimiento de Jesús se extendió por todo el pueblo argentino e inspiró a las personas a amarse unos a otros sin importar las diferencias.

Y así, el mensaje de amor y esperanza que Jesús trajo al mundo perduró por siempre.

Y así, la historia del nacimiento de Jesús y la compañía de Mensajero el burrito nos enseñan que los milagros pueden ocurrir en los lugares más humildes y que el amor es el regalo más valioso que podemos ofrecer a los demás.

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