El regalo de Germán



En un pequeño pueblo de Argentina, vivían dos amigos muy especiales: Germán y Tatiana. Germán era un niño curioso, amante de los libros y la naturaleza, mientras que Tatiana era una niña creativa, apasionada por la música y el arte. Ambos compartían una amistad inseparable, pero Germán guardaba un secreto en su corazón: le gustaba Tatiana más que como amiga.

Un día soleado, Germán decidió que era momento de confesar sus sentimientos. Con nerviosismo, se acercó a Tatiana en el parque donde solían jugar juntos y le dijo: '-Tatiana, hay algo que quiero decirte. Me gusta pasar tiempo contigo, me haces reír y me ayudás a ser valiente cuando tengo miedo. Quisiera que sepas que te quiero mucho, ¿podrías ser mi novia?'

Tatiana se quedó en silencio por un instante, con una mirada sorprendida en su rostro. Luego, le respondió con una sonrisa: '-Germán, también me gusta pasar tiempo contigo y valoro nuestra amistad. No estoy lista para ser novia de nadie, pero me encantaría que sigamos siendo amigos y compartiendo momentos juntos.'

Germán sintió un nudo en la garganta, pero comprendió que la amistad era lo más importante. Decidió aceptar la respuesta de Tatiana y seguir disfrutando de su compañía. Sin embargo, no pudo evitar sentirse un poco triste.

Pasaron los días y Germán seguía pensando en cómo podía demostrarle a Tatiana lo especial que era para él, más allá de los sentimientos románticos. Entonces, tuvo una brillante idea: crear un regalo único que expresara todo lo que sentía. Con la ayuda de su abuela, aprendió a tejer una bufanda colorida, en la que entre los hilos tejidos, se encontraban mensajes de amistad, cariño y admiración por Tatiana.

Una vez terminada la bufanda, Germán se acercó a Tatiana y le dijo: '-Tatiana, quise hacer algo especial para demostrarte lo mucho que valoro nuestra amistad. Espero que te guste.' Al recibir el regalo, Tatiana se emocionó al ver la hermosa bufanda y los mensajes entrelazados en ella. Con lágrimas en los ojos, abrazó a Germán y le agradeció por demostrarle su cariño de una manera tan única.

Desde ese día, Germán y Tatiana siguieron siendo grandes amigos, compartiendo risas, aventuras y el abrigo de la hermosa bufanda que simbolizaba su amorosa amistad.

FIN.

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