El Regalo de la Amistad
En un pueblecito nevado, lleno de luces brillantes y árboles decorados, vivía una niña llamada Valentina. Valentina era una niña especial, que se movía en una silla de ruedas, pero su sonrisa iluminaba el día de cualquiera. Estaba emocionada porque se acercaba la Navidad, su época del año favorita.
Un día, mientras Valentina decoraba su casa con su mamá, miró por la ventana y vio a un hombre de barba blanca walking con un gestoooo de aburrimiento. Era Santa Claus, y llevaba un saco lleno de regalos, pero su rostro reflejaba poco de alegría.
Valentina, intrigada, decidió salir e invitarlo a entrar y celebrar la Navidad con ella. Pronto llegó junto a la ventana: "Hola, Santa. ¿Por qué no sonreís?"
"Hola, Valentina... No estoy de humor para la Navidad. La verdad es que a veces me siento un poco solo en esta época. La gente me ve como un personaje, pero no se dan cuenta de que a mí también me gustaría compartir momentos y ser parte de la celebración".
Valentina, con su corazón lleno de empatía, le dijo:
"No podés estar solo, Santa. Ven a pasar la Navidad conmigo. Podemos hacer galletas, cantar villancicos y jugar a los juegos que más nos gustan".
Santa se sintió tocado por la invitación, así que decidió quedarse un rato. Juntos decoraron el árbol, hicieron galletas de jengibre y compartieron historias. Santa se dio cuenta de que la Navidad no era solo dar regalos, sino compartir momentos con personas que se preocupan por uno.
Esa noche, mientras Valentina se preparaba para dormir, Santa le prometió que cada año volvería a visitar su casa, no solo para dar regalos, sino para disfrutar de la amistad y la calidez que ella le había ofrecido.
Cuando llegó la mañana de Navidad, Papa Noel regresó al taller con un nuevo sentido de alegría.
"Valentina, tienes un regalo especial" le dijo Santa mientras le entregaba un paquete envuelto con cinta dorada.
Valentina, emocionada, lo abrió y encontró una estrella pequeña que brillaba intensamente.
"Este es para recordar que siempre puedes iluminar el día de alguien, tal como lo hiciste conmigo".
Desde entonces, Santa decidió que la Navidad no sólo sería recibir regalos, sino también dar, compartir y, sobre todo, valorar la amistad. Y así, cada Navidad, Santa y Valentina celebraban juntos, creando nuevos recuerdos y llenando el aire de risas y alegría.
FIN.