El regalo de la amistad


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, donde todos los habitantes vivían muy contentos y felices.

En este lugar mágico, la gente tenía una tradición especial: cada año, durante el mes de diciembre, organizaban un evento llamado "La magia de dar y compartir". Este evento consistía en que cada persona del pueblo debía encontrar algo valioso que tuviera en su hogar y regalarlo a alguien más.

El objetivo era fomentar el espíritu de generosidad y solidaridad entre todos. Un niño llamado Tomás estaba emocionado por participar en esta tradición por primera vez. Tenía un juguete muy especial, su oso de peluche, al cual quería mucho.

Pero sabía que si lo regalaba a alguien que lo necesitara más que él, estaría ayudando a hacer feliz a otra persona. El día del evento llegó y todos los habitantes se reunieron en la plaza principal del pueblo.

Había música, luces y mucha alegría en el aire. Cada persona llevaba consigo su objeto para regalar. Tomás observaba con curiosidad mientras veía cómo sus vecinos intercambiaban sus regalos con sonrisas en sus rostros.

Decidió acercarse a uno de los adultos para preguntarle sobre ese hermoso gesto:"- Señorita Ana, ¿por qué es tan importante dar y compartir?" -preguntó Tomás. Ana sonrió amablemente y le respondió: "- Querido Tomás, cuando compartimos algo que tenemos con alguien más, estamos haciendo feliz a esa persona.

Además, nos sentimos bien por dentro porque estamos ayudando al prójimo. "Tomás comprendió lo que Ana le explicó y decidió buscar a alguien especial para regalarle su oso de peluche.

Caminó por el pueblo, observando detenidamente a cada persona, hasta que vio a un niño llamado Juanito. Juanito era un niño muy tímido y solitario. Siempre se encontraba solo en el parque, sin juguetes con los cuales divertirse.

Tomás supo inmediatamente que su oso de peluche sería perfecto para él. Se acercó tímidamente a Juanito y le dijo: "- Hola, me llamo Tomás y quiero regalarte algo especial. "Juanito levantó la mirada sorprendido y respondió: "- ¡Hola! Soy Juanito.

¿De verdad quieres regalarme algo?"Tomás asintió con una sonrisa en su rostro y entregó el oso de peluche a Juanito. Este último no podía creer lo que estaba viendo: había recibido un regalo tan hermoso.

A partir de ese momento, Tomás y Juanito se convirtieron en grandes amigos. Juntos jugaron durante todo el día con el oso de peluche, riendo y divirtiéndose como nunca antes. El gesto generoso de Tomás no solo hizo feliz a Juanito, sino también al propio Tomás.

Aprendió que cuando damos algo valioso a alguien más, recibimos mucho más a cambio: amistad, alegría y amor. Desde aquel día, Villa Feliz se llenó aún más de amor y solidaridad gracias al espíritu de dar y compartir.

Cada año, todos los habitantes del pueblo continuaron celebrando "La magia de dar y compartir", recordando la historia de Tomás y Juanito como un ejemplo de generosidad para todas las generaciones venideras.

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