El regalo de la estrella



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Belén, una joven pareja llamada María y José. Eran muy felices y estaban esperando con ansias la llegada de su bebé.

Un día, mientras José estaba trabajando en su taller de carpintería, un ángel apareció ante María y le dijo: "María, no temas. Estás embarazada por obra del Espíritu Santo y darás a luz a un hijo al que llamarás Jesús. Él será el salvador del mundo".

María se sorprendió pero confió en las palabras del ángel. Corrió hacia el taller de José para contarle la maravillosa noticia. "José, ¡un ángel me ha visitado! Estoy embarazada y nuestro hijo será especial", exclamó María emocionada.

José quedó perplejo al escuchar estas palabras, pero también creyó en la historia de María. Juntos decidieron viajar a Belén para cumplir con el censo ordenado por el rey. El camino hacia Belén era largo y agotador.

María estaba cada vez más cerca de dar a luz y necesitaba descansar. Pero cuando llegaron al pueblo, todas las posadas estaban llenas y no encontraron lugar donde hospedarse. Desesperados, José preguntó a un hombre si conocía algún lugar donde pudieran quedarse.

"Lo siento muchachos, pero no tengo espacio disponible", respondió el hombre tristemente. Justo cuando parecía que todo estaba perdido, el hombre les ofreció refugio en su establo. "Es humilde pero cálido", dijo amablemente. Agradecidos por su generosidad aceptaron la oferta.

María y José se acomodaron en el establo y allí, en medio de la noche, llegó el momento tan esperado. María dio a luz a un hermoso bebé mientras los animales del establo observaban con curiosidad.

Los rayos de luna iluminaron la escena y una estrella brillante apareció en el cielo. "¡Mira José! Nuestro hijo ha nacido", exclamó María emocionada. José tomó al bebé entre sus brazos y lo acunó con amor. "Bienvenido Jesús, nuestro salvador", dijo con ternura.

En ese momento, unos pastores que cuidaban sus ovejas en las colinas cercanas vieron la brillante estrella y escucharon cantos angelicales. Sintieron una gran alegría y decidieron ir a Belén para ver al niño recién nacido.

Cuando llegaron al establo, los pastores se arrodillaron ante Jesús y le llevaron regalos humildes pero llenos de amor. Todos sintieron una paz especial en sus corazones al estar cerca del niño.

El nacimiento de Jesús fue un evento maravilloso que trajo esperanza y alegría al mundo entero. A partir de ese día, su historia se extendió por todo el mundo como un mensaje de amor y bondad.

Desde entonces, cada año celebramos la Navidad para recordar este increíble acontecimiento y compartir momentos felices junto a nuestros seres queridos. Porque Jesús nos enseñó que el verdadero regalo está en amar y ayudar a los demás.

FIN.

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