El Regalo de la Navidad



En un pequeño pueblo llamado Valle Esperanza, la Navidad se acercaba. Todos los años, los habitantes del pueblo decoraban sus casas con luces brillantes y adornos coloridos, pero este año había un ambiente diferente en el aire. Los niños comenzaban a notar que no había tantos regalos debajo del árbol de Navidad en la plaza central como en años anteriores.

Un grupo de amigos: Lila, Tomi, y Nico decidieron que debían hacer algo para ayudar. Lila, con su rizado cabello y gran energía, fue la que tuvo la idea.

"¡Debemos encontrar una forma de hacer que esta Navidad sea especial para todos!" - exclamó Lila.

"¿Cómo podemos hacerlo?" - preguntó Tomi, el más pensativo del grupo.

"Podemos recolectar juguetes y alimentos para compartir con quienes más los necesitan. ¡Así tendremos una Navidad llena de amor!" - sugirió Nico con una sonrisa.

Los tres amigos comenzaron a ponerse en acción. Prepararon carteles para invitar a los demás niños y adultos del pueblo a unirse a su proyecto. El día de la recolecta, el centro del pueblo se llenó de color y alegría.

"¡Buenos días a todos! En esta Navidad, queremos que todos puedan sentir el amor y la felicidad. ¡Por eso los invitamos a donar juguetes y alimentos!" - gritó Lila desde un pequeño escenario improvisado.

Las personas comenzaron a acercarse. Algunos traían juguetes viejos en buen estado, otros traían dulces y comida. Tomi ayudaba a organizar todo, mientras que Nico hablaba con los adultos, explicándoles por qué era importante compartir en esta época del año.

Sin embargo, en medio de la recolecta, un niño nuevo llegó al pueblo. Se llamaba Lucas y tenía un aspecto triste.

"Hola, soy Lucas. No sé si puedo ayudar... no tengo nada para donar. Mis padres perdieron su trabajo y no tenemos juguetes ni comida en casa" - dijo con la voz baja.

Lila se acercó a él y le sonrió.

"Lucas, no te preocupes. Aquí lo más importante es el amor que compartimos. ¡Vienes con nosotros y así hacemos que esta Navidad sea especial!"

Los otros niños también lo animaron.

"Sí, vení, Lucas. ¡Podemos hacer tarjetas de Navidad para todos!" - sugirió Tomi.

Lucas, un poco dudoso, accedió a unirse al grupo. Juntos pasaron la tarde haciendo tarjetas de Navidad con dibujos y mensajes de amor. El tiempo pasó volando y al final del día, reunieron una gran cantidad de juguetes y comida, además de haber compartido risas y cariño.

El gran día llegó. El evento de entrega de regalos y alimentos estaba programado para el 24 de diciembre. El pueblo se llenó de gente: niños, adultos, familias enteras. Lucas estaba ahí también, sentado al lado de sus nuevos amigos.

Cuando llegó el momento de repartir regalos, Lila empezó a llamar a los niños que necesitaban esos regalos. Cada vez que uno de los pequeños se acercaba y sonreía al recibir su obsequio, el corazón de Lucas se llenaba de alegría.

"Este es el mejor regalo que podría haber recibido**" - se dijo Lucas, mientras observaba la felicidad de los demás.

De repente, Lila llamó a Lucas.

"¡Lucas, vení!" - gritó.

-

"¿Yo?" - preguntó el niño, algo nervioso.

"¡Sí, claro! Quiero que seas el primero en elegir un regalo. Vos también mereces sentir la alegría de compartir en esta Navidad. "

Lucas se acercó titubeando. Miró una caja roja con un lazo dorado.

"¿Puedo elegir este?" - preguntó con los ojos llenos de esperanza.

"¡Por supuesto!" - respondió Nico.

Cuando Lucas abrió la caja, encontró un hermoso juego de construcción y su rostro brilló con felicidad.

"¡Esto es increíble!" - dijo jubiloso.

Lila y Tomi se abrazaron a Lucas. El espíritu de la Navidad reinaba en sus corazones.

"Lucas, ahora sos parte de nuestra familia de amigos. En la Navidad, la verdadera alegría se encuentra en dar amor a otros" - dijo Lila.

"¡Y en compartir juntos!" - añadió Tomi.

Esa noche, al mirar las estrellas, Lucas entendió que la Navidad no se trataba solo de regalos, sino de crear lazos, de ayudar y sentir el amor que se comparte entre todos.

Desde entonces, en Valle Esperanza, cada Navidad se recuerda como la Navidad en que un grupo de niños unió sus corazones y llenó el pueblo de amor y felicidad. La verdadera magia de la Navidad había llegado, y con ella, un nuevo amigo que ahora siempre estaría con ellos. Juntos aprendieron que el amor y el compartir son los mejores regalos de todos.

FIN.

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