El regalo de la rosa



Érase una vez una niña llamada Martina que todos los días caminaba hacia la escuela por un hermoso sendero rodeado de árboles y flores. Un día, mientras caminaba, Martina encontró una rosa roja brillante en el suelo. La levantó con cuidado y pensó en llevarla consigo a la escuela.

Al llegar a la escuela, Martina mostró la rosa a su maestra, la Sra. Ana. La maestra le preguntó de dónde venía la rosa, y Martina le contó emocionada que la encontró en el camino hacia la escuela. La Sra. Ana la observó con una sonrisa y le dijo: "Martina, esta rosa es muy especial. Simboliza la belleza y el amor que podemos encontrar en la naturaleza que nos rodea."

A lo largo del día, Martina cuidó de la rosa con mucho cariño, regándola y protegiéndola. Durante el recreo, sus compañeros de clase se acercaron para ver la preciosa rosa y le preguntaron a Martina de dónde la había sacado. Martina les contó la historia y les explicó lo que la maestra le había dicho.

Al final del día, cuando la campana sonó anunciando el fin de las clases, Martina se despidió de su maestra y salió corriendo hacia su casa, con la rosa roja en su mochila.

Al llegar a su casa, Martina le mostró la rosa a su mamá y le contó toda la historia. Su mamá la felicitó por su hallazgo y le recordó lo importante que es cuidar y apreciar la naturaleza que nos rodea.

Martina puso la rosa en un jarrón en su habitación y cada día la observaba con amor y admiración. La rosa se convirtió en un recordatorio para Martina de la belleza y el cuidado que podemos encontrar en el mundo que nos rodea.

Y así, Martina aprendió que los tesoros más preciosos no siempre se encuentran lejos, sino que a veces están justo frente a nosotros, esperando a ser descubiertos y valorados.

FIN.

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