El regalo de la sabiduría
Había una vez, en un pequeño pueblo, un niño llamado Lucas. Lucas era curioso y siempre estaba ansioso por aprender cosas nuevas. Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con una vieja encina. Mientras descansaba junto a ella, una luz brillante llenó el aire y una voz resonó suavemente:
- Lucas, has demostrado ser un niño valiente y curioso. Por eso, te regalo el don de la sabiduría. A partir de hoy, tendrás el conocimiento y la comprensión para ayudar a los demás y enfrentar cualquier desafío que se presente en tu vida.
Lucas se sorprendió, pero rápidamente se dio cuenta de que ahora veía el mundo de una manera diferente. En lugar de solo observar, podía entender las conexiones y patrones que antes le pasaban desapercibidos.
A medida que crecía, Lucas usaba su sabiduría para ayudar a los demás. Cuando sus amigos tenían problemas, él siempre encontraba las palabras adecuadas para reconfortarlos. Cuando su abuela no podía resolver un problema en su jardín, Lucas llegaba con una solución ingeniosa.
Pero un día, un gran desafío se presentó en el pueblo. Una sequía amenazaba con destruir las cosechas y dejar a todos sin alimentos. Lucas sabía que su sabiduría no podía controlar el clima, pero entendía que podía ayudar a buscar soluciones. Reunió a los agricultores y les habló sobre la importancia del riego eficiente y la diversificación de cultivos. Juntos, implementaron sus ideas y lograron salvar la cosecha.
El pueblo celebró a Lucas como un héroe, pero él sabía que la verdadera heroína era la sabiduría que Dios le había regalado. A partir de ese día, Lucas siguió usando su don para el bien de todos, inspirando a otros a buscar conocimiento y comprensión para enfrentar los desafíos de la vida.
FIN.