El regalo de la valentía



Había una vez un niño llamado Kevin, quien era muy tierno pero también muy temeroso. Vivía en un pequeño pueblo donde los niños más grandes solían molestarlo y asustarlo.

Pero lo que más preocupaba a Kevin en ese momento era la llegada de los Reyes Magos. Todos los años, los Reyes Magos visitaban el pueblo para repartir regalos a todos los niños buenos.

Sin embargo, Kevin tenía miedo de que por ser tan temeroso y estar siempre asustado, los Reyes Magos no le trajeran ningún regalo. A medida que se acercaba la fecha de la visita de los Reyes Magos, Kevin se volvía cada vez más nervioso.

Veía cómo sus amigos hablaban emocionados sobre lo que querían recibir y cómo decoraban sus casas con luces y guirnaldas. Un día, mientras caminaba por el parque del pueblo, Kevin vio a un grupo de niños mayores burlándose de él.

Se sintió triste y pensó: "Seguro ellos tienen razón... Los Reyes Magos no me van a traer nada". En ese momento apareció Lucas, su mejor amigo. Lucas era valiente y siempre estaba dispuesto a ayudar a Kevin cuando alguien lo molestaba.

- ¡Hola Kevin! ¿Qué te pasa? Pareces triste - dijo Lucas preocupado. Kevin le contó todo sobre su miedo de no recibir regalos de los Reyes Magos por ser tan temeroso.

Lucas sonrió y le dijo: "Kevin, sé que eres temeroso pero eso no significa que no merezcas recibir regalos como todos nosotros. Los Reyes Magos saben que eres un niño bueno y amable". Kevin miró a Lucas con curiosidad y preguntó: "¿Cómo lo sabes?".

Lucas se acercó a Kevin y le susurró al oído: "Porque los Reyes Magos tienen un secreto... ellos pueden leer nuestros corazones. Saben quiénes somos realmente, más allá de nuestras apariencias". Las palabras de Lucas llenaron el corazón de Kevin de esperanza.

De repente, ya no estaba tan asustado y decidió enfrentar sus miedos.

El día antes de la llegada de los Reyes Magos, Kevin escribió una carta en la que les contaba sobre su temor y les pedía que le trajeran un poco de valentía para superarlo. La noche del 5 de enero, mientras todos dormían, los Reyes Magos visitaron el pueblo. Entraron sigilosamente en cada casa dejando regalos para todos los niños buenos.

Cuando Kevin despertó esa mañana y corrió hacia el árbol de Navidad, encontró una caja envuelta con papel dorado. La abrió emocionado y dentro había una nota que decía: "Querido Kevin, aquí tienes un regalo especial para ti.

Te traemos un amuleto mágico que te dará valentía en momentos difíciles". Kevin sonrió con alegría y se colocó el amuleto alrededor del cuello. Desde ese día, siempre llevaba consigo su amuleto mágico recordándole que era valiente por dentro.

A partir de ese momento, Kevin comenzó a enfrentar sus miedos poco a poco. Ya no permitió que los niños mayores lo molestaran y aprendió a confiar en sí mismo. Los años pasaron y Kevin se convirtió en un joven valiente y seguro de sí mismo.

Siempre recordaba el regalo especial que los Reyes Magos le habían dado y cómo había superado su miedo.

Y así, Kevin demostró que no importaba cuán temeroso pudiera ser, siempre tenía la capacidad de enfrentar sus miedos y convertirse en la mejor versión de sí mismo. Y eso, sin duda alguna, merecía un regalo de los Reyes Magos.

FIN.

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