El regalo del arcoíris y la lluvia



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Arcoiris, donde todos los días eran soleados y felices. En este lugar vivían muchos animales de colores vibrantes que siempre se llevaban muy bien.

Un día, mientras los animales jugaban y se divertían, apareció una nube gris en el cielo. Los rayos del sol desaparecieron y la lluvia comenzó a caer sin parar. Los animales estaban tristes porque no podían jugar al aire libre como solían hacerlo.

Se reunieron bajo un árbol para buscar una solución. -¡Qué pena! No podemos disfrutar de nuestro hermoso pueblo con esta lluvia -dijo el conejo preocupado. -¡Es verdad! Extraño tanto jugar al sol -añadió la mariposa con tristeza.

En ese momento, la tortuga levantó su cabeza lentamente y dijo:-Yo tengo una idea. He escuchado que cuando las nubes grises cubren el cielo, aparece un arcoíris mágico que cumple deseos.

Si encontramos ese arcoíris, podremos pedirle que detenga la lluvia y vuelva a brillar el sol. Todos los animales se emocionaron ante esa idea y decidieron salir en busca del arcoíris mágico. Comenzaron a caminar por todo el pueblo buscando pistas sobre dónde podría estar escondido.

Caminaron durante horas bajo la lluvia hasta llegar a un río cristalino donde vieron algo brillante flotando en el agua. Era un pez dorado que parecía tener algo importante que decirles. -Hola amigos -dijo el pez dorado-.

¿Están buscando algo? -Sí, estamos buscando el arcoíris mágico para detener la lluvia -respondió el conejo emocionado. -¡Oh! El arcoíris mágico está en la cima de la montaña más alta del pueblo.

Pero solo aquellos que sean valientes y perseverantes podrán encontrarlo -dijo el pez dorado. Los animales agradecieron al pez dorado por su ayuda y se apresuraron a subir la montaña. Durante el ascenso, enfrentaron muchos desafíos como resbalones en el barro y fuertes vientos, pero nunca se rindieron.

Finalmente, después de mucho esfuerzo, llegaron a la cima de la montaña donde encontraron un hermoso prado lleno de flores multicolores. En medio del prado brillaba un arcoíris gigante con todos los colores del mundo. -Llegamos al arcoíris mágico -exclamó la mariposa emocionada-.

¡Ahora podemos pedirle que detenga la lluvia! Pero antes de poder hacerlo, una voz amable resonó desde lo alto:-Queridos amigos, han demostrado ser valientes y perseverantes para llegar hasta aquí. Pero recuerden que cada deseo tiene consecuencias.

¿Están seguros de lo que quieren pedir? Los animales se miraron entre sí y reflexionaron sobre las palabras del arcoíris mágico. Finalmente, tomaron una decisión sabia.

-Señor Arcoíris Mágico -dijeron los animales al unísono-, nos gustaría pedirte que hagas brillar nuevamente el sol en nuestro pueblo, pero entendemos que la lluvia es necesaria para que crezcan las flores y los árboles.

Solo te pedimos que nos brindes un arcoíris cada vez que llueva para recordarnos la belleza de la naturaleza. El arcoíris mágico sonrió y asintió con aprobación. En ese momento, un arcoíris brillante apareció en el cielo y los animales supieron que su deseo había sido concedido.

Desde aquel día, cada vez que llovía en el pueblo de Arcoiris, aparecía un hermoso arcoíris para recordarles a todos la importancia de la naturaleza y la perseverancia.

Los animales aprendieron una valiosa lección: aunque no siempre podemos tener lo que queremos, debemos ser agradecidos por lo que tenemos y encontrar belleza incluso en los días más grises. Y así, vivieron felices bajo el sol o disfrutando del colorido regalo del arcoíris.

El pueblo de Arcoiris se convirtió en un lugar donde todos valoraban la naturaleza y nunca dejaron de soñar.

FIN.

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