El regalo del corazón
Había una vez un unicornio llamado Arcoiris que estaba muy emocionado porque hoy era su cumpleaños. Sus amigos del bosque lo habían invitado a una gran fiesta sorpresa y él no podía esperar para ver qué le tenían preparado.
Mientras tanto, en el bosque, había un pequeño ratón llamado Tito que buscaba algo de comida para llevar a su madriguera. De repente, se topó con un hueso que parecía estar abandonado.
Sin pensarlo dos veces, decidió llevárselo a casa como regalo para su familia. Cuando llegó la noche, Arcoiris llegó al lugar de la fiesta y todos sus amigos lo recibieron con aplausos y gritos de felicidad.
La calefacción estaba encendida y los globos coloridos decoraban el salón. -¡Feliz cumpleaños Arcoiris! -gritaron todos juntos mientras le entregaban sus regalos. Arcoiris estaba muy feliz y emocionado por abrir cada uno de ellos.
Cuando llegó el turno del regalo de Tito, todos se quedaron un poco confundidos al ver que era solo un hueso viejo. -¿Qué es esto Tito? ¿Un hueso? -preguntó Arcoiris con una sonrisa en su rostro. -Sí, es mi regalo -respondió tímidamente Tito-.
Lo encontré en el bosque y pensé que podría ser útil o divertido para ti. Arcoiris miró a Tito con ternura y entendió que aunque era solo un hueso viejo, era un regalo hecho con mucho amor. Así que decidió guardarlo como recuerdo especial.
La fiesta continuó con juegos divertidos y deliciosos pasteles de colores. Pero de repente, un fuerte viento sopló por la ventana y apagó todas las velas de los pasteles.
-¡Oh no! -exclamaron todos-, ¿qué vamos a hacer sin velas para soplar? En ese momento, Tito se acercó a Arcoiris y le susurró algo al oído. Arcoiris sonrió ampliamente y anunció:-¡Tito tiene una idea! Tito corrió hacia su madriguera y regresó con una pequeña linterna que había encontrado en el bosque.
La encendió y soplamos juntos mientras cantábamos "Feliz cumpleaños". La fiesta fue todo un éxito gracias a la creatividad e ingenio de Tito. Todos aprendieron que incluso los regalos más simples pueden ser muy valiosos cuando vienen del corazón.
Al final de la noche, Arcoiris abrazó a Tito y le dijo:-Gracias por hacer mi cumpleaños tan especial, amigo. Y así termina esta historia feliz sobre amistad, amor verdadero y la importancia de ser creativos en momentos difíciles.
FIN.