El regalo del corazón



Había una vez un niño llamado Uriel, quien tenía una novia muy especial llamada Luz. Juntos eran inseparables y disfrutaban de pasar tiempo juntos jugando y riendo.

Sin embargo, un día Uriel tuvo que mudarse a otra ciudad debido al trabajo de sus padres. Fue una decisión difícil para él, ya que significaba tener que alejarse de su querida novia Luz. Los días pasaron y Uriel comenzó a extrañar mucho a Luz.

La echaba de menos en cada momento del día y se sentía triste por no poder estar con ella. Pero lo más sorprendente fue darse cuenta de que Luz ya no parecía extrañarlo tanto como antes.

Uriel decidió hablar con su mejor amigo, Tomás, quien siempre tenía buenos consejos. Le contó sobre cómo extrañaba a Luz y cómo le dolía ver que ella ya no lo extrañaba tanto.

Tomás escuchó atentamente y luego le dijo: "Uriel, la amistad es algo maravilloso, pero también puede cambiar con el tiempo. Tal vez Luz ha encontrado nuevos amigos o cosas interesantes para hacer mientras tú estás lejos". Uriel se sintió aún más triste al escuchar eso.

Pensó que tal vez había perdido la amistad de Luz para siempre. Pero Tomás continuó hablando: "Pero eso no significa que debas rendirte tan fácilmente. Si realmente quieres mantener esa amistad, debes demostrarle a Luz cuánto te importa".

Con las palabras de Tomás resonando en su mente, Uriel decidió tomar acción. Comenzó a escribir cartas divertidas y llenas de amor para enviarlas a Luz cada semana. También le envió pequeños regalos que recordaban los momentos felices que habían compartido juntos.

Un día, mientras Uriel esperaba ansiosamente una respuesta de Luz, recibió una carta de ella. Al abrir el sobre, se dio cuenta de que estaba llena de dibujos coloridos y palabras cariñosas.

Luz le contaba lo mucho que había apreciado sus cartas y regalos, y cómo lo extrañaba cada vez más. Uriel sonrió emocionado al leer la carta. Había logrado hacerle saber a Luz cuánto significaba para él, incluso estando lejos.

A partir de ese momento, ambos prometieron mantener su amistad fuerte y siempre estar ahí el uno para el otro. La historia de Uriel nos enseña la importancia de expresar nuestros sentimientos y demostrar nuestro amor y amistad hacia aquellos que son especiales para nosotros.

A veces las personas pueden cambiar o tener nuevas experiencias en nuestras ausencias, pero si realmente valoramos esa relación, debemos esforzarnos por mantenerla viva con pequeños gestos llenos de amor y cariño.

Y así fue como Uriel aprendió a luchar por lo que quería y nunca dejar ir a las personas importantes en su vida.

FIN.

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